La última sesión de Mercolleida del mes de mayo ha terminado con una subida del cerdo en vivo de 0,40 céntimos por kilo en vivo. Toda una declaración de intenciones después de tres sesiones previas con gran lucha entre mataderos y productores que había terminado en empate. El mercado se ha mantenido cuatro semanas en una situación de equilibrio inestable hasta ayer jueves 26 de mayo. Emprendemos la senda de las subidas sabiendo que el recorrido de subida será, forzosamente, modesto.
La duda que exponíamos en el anterior comentario sobre si prevalecería la reducción de la oferta (en toda la UE) o la falta de exportaciones a países terceros (por los altos precios internos de la carne en la UE) se ha resuelto -de momento y para mayo- claramente: la falta de exportaciones de carne ha pesado mucho más que la reducción de oferta de cerdos, por lo que en este mes ha sobrado mucha carne en toda la Europa Comunitaria.
El precio del cerdo no ha podido subir hasta ayer porque:
- Todos los despieces del cerdo han sufrido un goteo a la baja (en algunas piezas importante) de sus precios en el mes que termina.
- Las pérdidas severas en los balances semanales de los mataderos les han inducido a reducir su actividad al máximo y con ello se ha contrarrestado la importante reducción de oferta del vivo.
El precio del cerdo no ha podido bajar en el mes de mayo por:
- La extraordinaria reducción de la oferta a causa de la virulenta cepa “Rosalía” del virus del PRSS que campa, desde hace muchos meses, a sus anchas por Cataluña y Aragón, diezmando las poblaciones de lechones. En plata: no hay cerdos.
- La reducción añadida de oferta a causa del poco interés -desde octubre- en entrar lechones en los cebaderos en vista de las grandes incertidumbres económicas que presenta su engorde (piensos caros, mercado del vivo por debajo del coste o en su vecindad). En plata otra vez: no hay cerdos.
- Desde octubre del año pasado la producción está en pérdidas; muchas cerdas de desvieje no han sido reemplazadas y parece claro que esos lechones no nacidos terminarán por faltar. Este es un factor psicológico añadido de primer orden.
La situación de esperar y ver vivida en mayo ha terminado. Conforme pasen las semanas, la oferta en vivo se restringirá aún más y basta saber que ya en estos momentos un 80% de los mataderos y salas de despiece catalanes trabajan sólo cuatro días por semana; es posible que en junio algunos se vean forzados a reducir su actividad a tres días por semana… Esperamos un escenario de realidad nunca vista en lo que concierne a la debilidad de la oferta.
Estados Unidos es el líder mundial en exportaciones de porcino. Su precio en canal es ahora mismo bastante superior a todos los precios europeos lo que, unido a la fortaleza de su mercado interno, la fortaleza del dólar y a la reducción significativa de sus sacrificios semanales, está produciendo una clara reducción de sus exportaciones.
En el mercado mundial sólo Canadá y Brasil (entre los top 10 de los exportadores) están en un nivel de precios bastante inferior al europeo. Ambos países sumados tienen una actividad superior a la de España (71 millones de cabezas sacrificadas al año contra 58) aunque no tanto como para esperar que puedan “llenar todos los huecos” que la ausencia de EEUU pueda originar. Además, los porcinocultores de ambos estados están en pérdidas muy importantes, lo que fragiliza en extremo y a corto plazo su producción. Deberían abrirse posibilidades de comercio en países terceros (clientes de EEUU) para el porcino español.
Los cerdos en Europa sólo podrán subir significativamente su precio si las exportaciones se relanzan. La Unión Europea es excedentaria en carne: es imprescindible exportar so pena de nadar en la abundancia, tal y como se ha constatado en el mes que termina. A ese respecto creemos que las exportaciones europeas se reactivarán en una u otra forma. Este hecho, unido a que se avecina una reducción de oferta como nunca hemos conocido, nos permite pensar que en junio el precio del cerdo puede todavía subir. Pensamos que el pienso está firmemente anclado en precios prohibitivos y de ahí no se moverá en meses.
Operadores muy cualificados nos anuncian un precio de coste del porcino en España en septiembre / octubre en los aledaños de 1,65 euros / kilo en vivo (¡canastos!....). Hará mucha falta un precio de venta del vivo coherente con este coste.
Como se ha dicho, la situación de esperar y ver queda atrás, se tratará ahora de comprobar hasta donde podemos subir. El recorrido de subida será mayor cuanto mejor se comporten las exportaciones a Terceros Países en volumen. De momento esas exportaciones se están comportando mejor que meses atrás e incluso China está concretando pedidos -¡por fin!- aunque a pequeña escala.
Estaremos atentos a la evolución de los acontecimientos para relatarlos. Como apuntamos, el equilibrio inestable ha terminado y será cuestión de ver hasta donde se puede subir y a qué ritmo. Ocurra lo que ocurra, no hay duda que 2022 será un año especialmente negativo. Para ser recordado.
El gran René Descartes -matemático y filósofo francés- nos legó (entre centenares de lecciones) una frase categórica: “Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas”.
Guillem Burset