Termina el año con una situación comercial difícil de gestionar. Saldremos de fiestas con una bolsa importante de ganado retrasado pero, de un modo u otro, habrá que gestionarla. En enero constataremos que los pesos promedio en canal batirán todos los récords, pero habrá que convivir con ello.
El inicio de la operación de estocaje privado decidido por la Comisión de la UE será el día 4 de enero. Se espera que muchos operadores –principalmente de Dinamarca y España– se acojan a congelar piezas desde el primer día. Esta herramienta de sostén al mercado debería mostrar su efectividad y contribuir a afianzar el precio del cerdo en el suelo en que está y –quizá– provocar un ligero rebote.
En las últimas semanas el consumo navideño no ha faltado a la cita, sobretodo al norte de la UE. No es para tirar cohetes pero algo es algo. Alemania, director de la orquesta europea, lleva cuatro semanas repitiendo y aporta gran dosis de estabilidad. Para soñar con mejores precios hace falta encontrar un suelo desde el que rebotar. Muy probablemente ya estamos ahí, aunque nuestro mercado esté ahora mismo bastante más pesado que el alemán.
En 2014 los sacrificios aumentaron en España un 5% respecto a 2013, en 2015 un 7% respecto a 2014… La industria de transformación (mataderos y salas de despiece) ha realizado un esfuerzo enorme y casi sobrehumano para exportar y evitar el marasmo. Estamos cerca de exportar el 50% de lo que sacrificamos (cerraremos 2015 por encima de un 45%) y cuanto más exportamos más dependemos de lo que acontece allende nuestras fronteras. La tan traída globalización ya comentada varias veces en estas líneas.
La decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de subir los tipos de interés se traducirá en mayor fortaleza del dólar; probablemente nos encaminamos a la paridad euro/dólar. Esta circunstancia nos favorece. En el mundo real de los países terceros competimos con países cuya economía está referenciada al dólar (EEUU, Canadá, Brasil,…). Exportar, exportar, exportar: esta es la consigna (y la única solución).
Creemos que el precio se estabilizará en el actual nivel, no descartando un ligero repunte en enero. No será hasta dentro de bastantes semanas cuando podrá trepar a niveles más dignos, el olor de la primavera aliviará –en parte– las penas actuales.
Estamos en Navidad y es tiempo de amor y paz. Hagamos el esfuerzo de abstraernos de la dura realidad y disfrutemos en familia, que buena falta nos hace a todos.
Felices Navidades y próspero Año Nuevo
Guillem Burset