Sigue el goteo de casos de Peste Porcina Africana (PPA) en la República Popular China. En 333 se ha abierto una magnifica sección con toda la actualidad de esta enfermedad. Aún desconociendo los pormenores e interioridades de los Servicios Sanitarios de tan inmenso estado, se nos antoja muy complicado que se consiga atajar en breve el problema. Sería conveniente que los animales sacrificados se retribuyeran correctamente (y parece que no es así) y sería necesaria una disciplina estricta así como grandes dosis de motivación. Mucho nos tememos que la pandemia persistirá en el tiempo.
China es -de lejos- el primer productor mundial, así que todo lo que allí ocurra reviste gran trascendencia. Debemos estar atentos a la evolución de los acontecimientos.
En el transcurso de septiembre se han confirmado diversos casos de PPA en jabalíes en Bélgica. Los Servicios Sanitarios Belgas quedaron profundamente marcados por la crisis de las dioxinas de 1999 que tan brutalmente afectó la producción porcina. Desde entonces existe en aquel estado una especial sensibilidad hacia toda cuestión sanitaria porcina. Quizás esto explique el eficiente celo que ha llevado a descubrir la PPA en jabalíes (descontando el hecho de que estos aparezcan muertos en los senderos de los bosques). Es obligado mencionar aquí que debemos extremar todas las precauciones de bioseguridad. Renunciar a importar animales vivos sería una opción aconsejada por la prudencia.
La presencia de PPA en Bélgica ha trastocado muchísimas cosas: el precio en vivo allí se ha hundido (en este momento es 18 céntimos/ kg inferior al español), algunas zonas están en completa cuarentena y, sobretodo, una gran incertidumbre y preocupación lo empapa todo. También en los países vecinos. Puede decirse que Bélgica está en el corazón de la UE y la aparición de la PPA ha supuesto un verdadero MAZAZO para el sector porcino comunitario.
10,10 céntimos de euros se ha dejado la cotización de nuestro mercado en las cuatro sesiones de septiembre. Aún así, seguimos con el precio líder europeo (de los países que “cuentan” en el comercio internacional) a bastante distancia de nuestros vecinos. Esto en sí mismo es una anomalía a principios de octubre. Sólo eso, una anomalía (que deberá corregirse).
Los pesos medios en canal crecen semana tras semana aunque a un ritmo inferior al de otros años (ahora unos 400 g por semana, otros años alrededor de 800 g por semana). Ello significa que las matanzas van creciendo conforme el margen de los mataderos reaparece y/o se normaliza con las sucesivas bajadas del ganado. Obviamente la actividad también crece conforme se ofertan más cerdos. Repetiremos aquí lo ya dicho: en lo que llevamos de ejercicio los sacrificios totales están siendo un 8% (¡!) superiores a los del año pasado.
Estamos en un mercado bajista y la única duda que se puede plantear es sobre la intensidad de la bajada y su límite. Todavía estamos lejos de alcanzar la estabilidad.
En diciembre nuestra cotización está siempre por debajo de Alemania. En aquel país no hay ningún indicio de subida. Su precio es ahora mismo entre 5 y 6 céntimos inferior al nuestro. No es complicado aventurar que en diciembre rondaremos el euro por kilo en vivo.
Como dejó dicho Víctor Hugo: “El futuro tiene muchos nombres: para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos es lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”.
Guillem Burset