Excepto algunas zonas concretas, como el norte de Italia, la mayoría de países europeos no han tenido signos clínicos por el virus de la diarrea epidémica porcina (PEDV) durante las últimas décadas por lo que la presencia del virus no ha sido investigada a fondo.
Foto 1: Lechones lactantes gravemente afectados por PEDV en una granja de producción de lechones en el sur de Alemania.
Sin embargo, desde septiembre de 2014, se han detectado varios brotes de PEDV en Europa, que se remontan a la primavera de 2014. El primer caso publicado describe un brote agudo de PEDV en un engorde del norte de Alemania. En otras partes de Alemania se han descrito brotes parecidos. Mientras que al principio los casos se limitaban a engordes, en otoño de 2014 se detectaron los primeros casos en granjas de cerdas. Los brotes no se han limitado a Alemania: hace poco colegas holandeses han descrito un caso de PED en el 7º ESPHM en Nantes (mayo de 2014). Excepto un caso clínico de PED en Ucrania descrito por John Carr, no se han publicado artículos científicos de otros países europeos.
Desde diciembre de 2014, el BPEX organiza webinars sobre PED con regularidad para intercambiar información entre los países europeos y de América del Norte. En estos webinars se han descrito casos de PED en Francia y Austria, y casos sospechosos en España. También se han descrito casos mediante comunicación personal en Estonia, que han sido confirmados en laboratorios alemanes a partir de muestras de diarrea. Actualmente Francia es el único miembro de la UE que considera PED una enfermedad de declaración obligatoria, por lo tanto no hay datos oficiales de explotaciones afectadas en los diferentes países. Se estima que en Alemania hay más de 150 granjas afectadas, lo que incluye engordes (unos 2/3) y granjas de cerdas. Los últimos números que llegan de Holanda hablan de unos 45 casos, un 80 % en engordes y un 20 % en granjas de cerdas.
Figura 2: Intestino delgado de un lechón lactante afectado que muestra las siguientes lesiones:
paredes intestinales delgadas y transparentes y acumulación de fluido en la luz intestinal.
El cuadro clínico de la mayoría de explotaciones afectadas es leve, en comparación con las descripciones de EE.UU. o Asia. Normalmente la diarrea y la reducción del consumo aparecen en cerdos de todas las edades. Los signos clínicos suelen disminuir al cabo de unos días o semanas y las pérdidas durante los brotes son insignificantes. No obstante, en las reproducciones se describen grandes pérdidas en los lechones lactantes. Por ejemplo, una granja productora de lechones del sur de Alemania que sufrió un brote agudo de PED durante el otoño de 2014, experimentó pérdidas del 70 % en los lechones lactantes de un lote de partos (figura 1). En esta granja no se detectaron coinfecciones con otros patógenos entéricos conocidos y las lesiones macro y microscópicas de los lechones afectados eran típicas de PEDV (figura 2). Según la experiencia en las granjas de reproducción alemanas, las grandes pérdidas se producen cuando los lechones lactantes que no han sido protegidos por la inmunidad maternal se infectan durante la primera semana de vida. En los lechones de más edad la enfermedad no suele ser fatal.
Todos los aislados PEDV que se han secuenciado procedentes de países europeos incluyendo Alemania, Holanda, Austria y Estonia estaban muy estrechamente relacionados con el llamado S INDEL PEDV, que se describió originalmente en EE.UU. en enero de 2014. La cepa de referencia de S INDEL PEDV (OH851) se describió como de baja virulencia, causando signos clínicos leves en comparación con otros aislados que actualmente circulan en EE.UU. Las cepas que actualmente están circulando en Ucrania se han descrito como de alta virulencia y están muy relacionadas con el prototipo US PEDV.
En el sur de Alemania y Austria, donde la autora ha trabajado en casos agudos de PED, el número de nuevos casos está bajando. Esto puede explicarse por las condiciones meteorológicas más cálidas que reducen el tiempo de supervivencia del virus fuera del huésped y, de este modo, hacen la transmisión entre granjas menos probable. Queda por ver si en otoño y en invierno reaparecen nuevas oleadas de brotes, pero es probable que ocurran. Sería necesaria la implementación de protocolos de bioseguridad, incluyendo la desinfección de los vehículos de transporte, que en ciertas zonas de Europa está muy descuidada, para limitar la propagación del virus.