El empeño de las autoridades europeas en desarrollar alternativas energéticas limpias puede significar un ataque en toda regla a la línea de flotación de la economía de las explotaciones porcinas. En efecto, la obtención de biocombustible representa la aparición de una "boca insaciable" con recursos económicos prácticamente ilimitados.
Sin ninguna duda, el número de hectáreas dedicadas a obtener cereales o tubérculos para biocombustible aumentará de una forma exponencial. Obviamente, los precios de las primeras materias para pienso aumentaran, con el subsiguiente deterioro de la economía ganadera.
El panorama del mercado europeo en el mes de marzo ha continuado deprimido: Alemania bajó 7 céntimos en la primera semana, repitiendo después en tres sesiones consecutivas. Francia oscila al mismo nivel que en febrero (céntimo arriba, centimo abajo) y hasta la comedida Dinamarca se ha visto obligada a bajar 5 céntimos en el transcurso del mes.
En nuestro país Las espadas siguen en alto: el matadero presiona a la baja pues es el único recurso que le permitiría recuperar margen (que se degrada semana tras semana) y los ganaderos resisten mal que bien en razón de unas ventas ordenadamente fluidas hasta el presente.
La posición de liderazgo destacado de nuestro precio con respecto a nuestros competidores europeos creemos que es insostenible. La burbuja española no puede eternizarse y puesto que Europa no ofrece indicios de reacción, la dura realidad debería imponerse y los mataderos parecen obligados a aflojar su actividad, apretando el precio del ganado a la baja.
El mercado de la carne sigue bajo mínimos, los stocks continúan engordando y las próximas semanas están trufadas de días festivos. Todo parece a punto para un reajuste hacia un nivel inferior.
El lastre de los stocks de carne se nos antoja un factor decisivo en esta campaña; por suerte o por desgracia no existen estadísticas que nos informen de su dimensión real (obviamente hasta hoy esta información pertenece a la privacidad de las empresas) lo que constituye un hándicap a la hora de pronosticar su impacto futuro. En cualquier caso, una opinión bien consensuada de los operadores españoles más importantes es que los stocks existentes en la actualidad son de una envergadura no conocida hasta el presente. Veremos si la llegada del verano y el tirón tradicional de consumo que representa es suficiente para recuperar los parámetros normales.
A modo de resumen de todo lo anterior: el futuro se presenta muy complicado.
Si la nube es negra, cuídate de la piedra
Guillem Burset |