A pesar del importante retroceso de la cotización del cerdo en la última lonja de agosto, cabe considerar que el descenso acumulado en el mes ha sido moderado.
Los importantes stocks mencionados con persistencia por este comentarista han encontrado acomodo sin más, por lo que la situación se ha clarificado y nuestro mercado puede actuar, desde ya, sin lastres (en cámaras quedan stocks de magros y costillas únicamente, nada de piezas nobles).
La benignidad del verano ha permitido llegar a septiembre sin ganado atrasado; las medias de peso en canal son muy justas y el futuro se presenta fluido. Estas circunstancias nos inducen a mejorar nuestro pronóstico aventurado en el comentario anterior (donde apuntábamos que en octubre o en noviembre la cotización española podría llegar hasta los 0,92 – 0,87 Euros / kg vivo). En este momento creemos que difícilmente la cotización se colocará por debajo de 0,95 Euros / kg en lo que resta de año. En cualquier caso, ocurra lo que ocurra y huyendo de eventuales polémicas, no pronosticaremos en lo que queda de 2007 ninguna cifra precisa.
Históricamente, septiembre es un mes en el que el precio del porcino evoluciona sistemática y claramente a la baja; en este contexto hay que situar la cesión de 5 céntimos del último mercado. Con toda probabilidad la presión del matadero consiga reducir la cotización en los próximos mercados, aunque cuanto más rápida sea la bajada, más virulenta puede ser la reacción contraria.
El precio del cereal en el mercado internacional (y las perspectivas de futuro) necesariamente debe provocar reflexiones acerca de la viabilidad o no de bastantes explotaciones porcinas, no tanto en España como en países de nuestra vecindad comunitaria. El que pequeños o medianos productores -en países europeos con entornos más hostiles que el español- decidan abandonar su actividad es una hipótesis cada vez más plausible.
China ha anunciado que desea importar directamente de España carne y productos del cerdo; a ese fin se ha redactado un protocolo y será operativo inmediatamente después de su firma por los dos gobiernos, lo que acontecerá en breve (noticia aparecida esta semana en prensa especializada). Este no es un hecho banal, habida cuenta de la potencialidad de ese mercado y de su progresión imparable en términos de poder de compra (incrementos del PIB por encima del 10% cada año!).
En lo que resta de año pensamos que la cotización española cederá desde su posición hasta octubre y que en noviembre podríamos constatar un cambio a mejor (adelantándose al calendario clásico). Como siempre: ya se verá.
El hombre astuto, hasta de los males saca buen fruto.
Guillem Burset |