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Manejo de vacunas en granja (II): almacenamiento y conservación

Qué hacer y no hacer en el almacenamiento de vacunas con respecto a su ubicación, control térmico, mantenimiento y trazabilidad.

Una vez la vacuna está en el interior de la granja, debemos tener una nevera para ellas que mantenga siempre el rango de temperatura adecuado.

Hay que recordar en primer lugar que: La temperatura tiene que estar siempre entre 4 y 8 ºC. Variaciones térmicas de más de 6ºC pueden dañar las vacunas

La UBICACIÓN de las vacunas dentro de la nevera también tiene que ser la adecuada:

  • Debe haber una separación de 3 cm entre la vacuna y la pared para evitar que se pueda congelar.
  • Si conservamos las vacunas fuera de la caja, debe haber 2 cm de separación entre ellas para permitir la circulación del aire.
  • No debemos ubicar las vacunas en la puerta de la nevera, ya que la temperatura ahí es más inestable.

    Figura 1. Vacunas en la puerta de la nevera.
    Figura 1. Vacunas en la puerta de la nevera.
  • No guardar las vacunas dentro de un recipiente de plástico ya que tampoco permitirá la circulación de aire alrededor.
  • Es recomendable colocar las vacunas de forma que podamos ver su fecha de caducidad rápidamente y así poder usar siempre las más antiguas antes. Las nuevas se colocarán al fondo y la más antiguas en la parte delantera.
  • No debemos sobrecargar la nevera.

¡LA NEVERA TIENE QUE SER EXCLUSIVA PARA LAS VACUNAS! No debemos alojar en ella otros medicamentos o consumibles de la granja y por supuesto en ningún caso guardar en ellas comida o bebida.

Figura 2. Nevera en buenas condiciones (izquierda) y nevera en malas condiciones (derecha).
Figura 2. Nevera en buenas condiciones (izquierda) y nevera en malas condiciones (derecha).

El CONTROL TÉRMICO de las vacunas debe funcionar perfectamente:

  • LA TEMPERATURA DESEADA DE MANTENIMIENTO DEBERÍA SER 5ºC.
  • Los márgenes de temperatura deben estar siempre entre 4 y 8ºC. Es muy crítico que nunca se baje de estos 4ºC.
  • Un termómetro de máximas y mínimas especial para vacunas debería de estar siempre dentro de la nevera y es importante realizar un registro diario de estas temperaturas. El sensor de este termómetro debería de estar ubicado en la parte central de la nevera donde se ubican las vacunas. Si no disponemos de un termómetro con sonda, podemos usar un termómetro de máximas y mínimas colocado en la parte central de la nevera. El problema es que debemos abrir la puerta para comprobar la temperatura, por lo que hay que hacerlo rápidamente para evitar la pérdida del frío.
  • No abrir la puerta de la nevera a no ser que sea necesario ya que esto produce variaciones de temperatura.
  • Si tenemos una nevera grande, es recomendable poner botellas de agua en la parte de debajo para que, al cerrar la nevera, la temperatura deseada se alcance más rápidamente. Las vacunas no deben estar en contacto con estas botellas.
  • Es importante tener paquetes de hielo de reserva en otro congelador por si tuviéramos algún fallo en la nevera principal.
  • En caso de problemas de funcionamiento de la nevera principal, NO DEBEMOS abrirla hasta que no tengamos todo el sistema de contingencia preparado.

Figura 3. Almacenamiento y conservación de vacunas en granja.
Figura 3. Almacenamiento y conservación de vacunas en granja.
Para que todo esto tenga éxito, es necesario llevar un ESTRICTO MANTENIMIENTO de las neveras de almacenamiento y de las zonas de almacenamiento que nos permita:

  • Un mantenimiento anual exhaustivo que revise los filtros y el compresor de la nevera.
  • Tener un sistema de emergencia que nos avise en caso de problemas con el mantenimiento de la temperatura adecuada.
  • Un protocolo de limpieza de la nevera que permita mantenerla evitando cualquier contaminación, pero también que nos permita realizar dicha limpieza en el menor tiempo posible para evitar alteraciones en la temperatura de conservación de las vacunas.
  • Tener un protocolo completo de control de plagas que mantenga los lugares de almacenamiento completamente libres de posibles contaminaciones cruzadas.

Figura 4. Almacén de granja ordenado.
Figura 4. Almacén de granja ordenado.
Además del mantenimiento, un estricto control de la trazabilidad es clave en el uso de las vacunas. Para eso debemos:

  • Tener una hoja de control de stocks de vacunas en la granja:
    • Que marque los lotes llegados con toda su información
    • Que marque las fechas de caducidad de dichos lotes
    • Que marque el destino donde las vacunas han sido utilizadas y exactamente cuántas de ellas, con su lote correspondiente.

Figura 5. Ejemplo de hoja de control de trazabilidad de vacunas.
Figura 5. Ejemplo de hoja de control de trazabilidad de vacunas.
Si finalmente, tras todo este control, nos queda alguna botella de vacuna abierta porque ya hemos completado nuestro lote NUNCA deberíamos guardarla y devolverla a la nevera de conservación ya que se pueden haber alterado sus propiedades.

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