La tasa de eliminación o desecho de las cerdas se ha aproximado al 50% en los últimos años. Estas elevadas tasas de eliminación requieren una elevada reposición procedente de la producción de cerdas en la propia granja o, más frecuentemente, de la compra de híbridas a empresas comerciales. Además del coste de estas operaciones, el productor tiene que afrontar los costes y riesgos de la aclimatación y de la posible introducción de nuevas enfermedades.
Si queremos disminuir la tasa de eliminación, debemos conocer cuáles son las causas que la producen y asimismo cuáles son los factores y en qué magnitud influyen en dicho proceso. Debe tenerse en cuenta además que algunas de las causas de desecho de cerdas pueden ser indicadores de que el bienestar de las cerdas se encuentra comprometido. Asimismo es de sumo interés abordar cuál sería el tipo de cerda óptimo para iniciar una larga carrera reproductiva. Un reciente estudio realizado en una población Duroc puede ayudarnos a entender este fenómeno y a responder las preguntas planteadas. Lo presentaremos en dos artículos.
Las causas de baja y su incidencia en distintos periodos de la vida productiva de las cerdas (es decir, el periodo transcurrido entre el primer parto y la baja de la cerda), tanto en forma de frecuencias absolutas como relativas (en porcentaje), se presentan en la siguiente tabla:
Antes de 300 días | 300 días a 850 días | Después de 850 días | Toda la vida | |
Fertilidad | 31 (46%) | 36 (15%) | 3 (6%) | 70 (20%) |
Productividad | 0 (0%) | 156 (66%) | 44 (86%) | 200 (56%) |
Cojeras | 17 (25%) | 6 (3 %) | 0 (0%) | 23 (7%) |
Mortalidad | 14 (21%) | 33 (14%) | 4 (8%) | 51 (14%) |
Otros | 4 (8%) | 5 (2%) | 0 (0%) | 9 (3%) |
Total | 66 | 236 | 51 | 353 |
Tarrés J, Tibau J, Piedrafita J, Fábrega E, Reixach J (en prensa) |
La tabla nos indica que los factores que determinan el desecho son dependientes del tiempo. Mientras que en el primer periodo (300 días de vida productiva, es decir, dos partos) los factores más importantes que condicionan el desecho son aquellos que afectan a la fertilidad, las cojeras y la mortalidad, si consideramos toda la vida productiva del animal, la causa más importante de eliminación es la baja productividad (56%) y con ello los factores que la determinan. Por ello, esta tabla nos sugiere un doble análisis. Por una parte determinar los factores relacionadas con la causa que origina la baja y, por otra, ver cómo esos factores influyen en diversos periodos de la vida de las cerdas. Son dos puntos de vista complementarios que serán expuestos por separado. En ambos casos, no obstante, se utilizarán para su estudio técnicas de análisis de supervivencia bajo el supuesto de riesgos proporcionales, una técnica estadística que desde hace poco tiempo y de forma paulatina se va imponiendo para estudiar la longevidad de nuestras especies domésticas.
Análisis de las causas de baja
El desecho debido a baja fertilidad aumentó cuando la cerda no alcanzó una ganancia media diaria en el testaje realizado durante el periodo de crecimiento (transición – 90 kg) de 585 g/día. Esta observación es consistente con las realizadas en Landrace y Yorkshire, si bien más adelante veremos que el efecto es globalmente limitado. El desecho causado por baja productividad y por mortalidad aumentó con niveles bajos de grasa dorsal (menores que 16 mm) al final del testaje. Este hecho concuerda con la observación de que en las razas Landrace y Yorkshire, las cerdas más delgadas paren un menor número de lechones. Una baja profundidad del lomo al primer parto redujo asimismo el desecho debido a baja productividad, pero aumentó las bajas por cojeras.
El factor más limitante, no obstante, fue el crecimiento desde el fin del testaje hasta la primera cubrición, ya que tasas de crecimiento en dicho periodo superiores a 485 g/d aumentaron por igual la incidencia de todas las causas de eliminación, convirtiéndose en el factor clave para controlar y mejorar cualquier causa de desecho específica. La explicación a este efecto negativo puede ser doble. Por una parte, una tasa de crecimiento elevada podría estar asociada con una mayor deposición de grasa que daría una menor fertilidad. Por otra, se ha asociado un alto nivel de alimentación durante esta fase con una mayor incidencia de cojeras.