Por fin, el 1 de enero de 2002, se cumplieron tres meses desde el último caso de fiebre aftosa (FA) registrado en el Reino Unido, si bien se siguen realizando pruebas serológicas en ovejas. El último virus vivo se encontró el 11 de septiembre de 2001 y es de esperar que todo esto haya terminado.
Todos los que nos dedicamos al cuidado de los animales en Europa, debemos comprender que sólo hay dos grupos de personas verdaderamente responsables de la detección de estas enfermedades exóticas: los ganaderos, encargados del cuidado diario y los veterinarios que les ayudan y enseñan a la vez que actúan como sus asesores.
Es fundamental que cuidemos nuestros conocimientos y eduquemos al ganadero y empleados para que se familiaricen con enfermedades como la FA, la Peste Porcina Clásica (PPC), la Peste Porcina Africana (PPA), e incluso con la Enfermedad de Aujeszky y la Vesicular (SVD), ya que para detectarlas es preciso conocerlas.
Tenemos que informarnos de los brotes recientes de estas enfermedades surgidos en el mundo, conocer las estructuras de comercio que nos las pueden traer a través de nuevas importaciones de alimentos no elaborados, en particular las preparaciones étnicas especiales. Dado que estos virus se diseminan y posiblemente modifican su naturaleza, todos nosotros debemos ser conscientes de las dificultades que se pueden plantear en su diagnóstico actual, al cambiar incluso la especificidad del hospedador.
El brote de 2001 en el Reino Unido nos mostró lo difícil que era detectar la FA en las ovejas. En raras ocasiones presentaban simultáneamente lesiones en las patas, lesiones en la boca y pirexia, a menos que hubieran cogido la infección del ganado vacuno. En ese caso tenían con frecuencia los tres síntomas. Pero cuando la infección procedía de otra oveja se presentaban síntomas mínimos. En todas las especies, la mejor recuperación de virus de FA estuvo asociada con lesiones en la placa dental. La presencia de lesiones en las encías y en la lengua puede estar relacionada con muchas otras situaciones traumáticas o derivadas del suelo y, en muchos casos, no se reconocería cual es la causa. ¿Quién mira de forma regular la boca de las ovejas sanas?.
Para hacer un buen diagnóstico clínico de enfermedades exóticas tenemos que mantener y actualizar nuestro conocimiento de las enfermedades normales del ganado de la explotación. Para conseguirlo tenemos que examinar diversos grupos de ganado de granja: normales, afectados subclínicamente y afectados clínicamente de modo regular. Esto tiene que ser valorado y debe incorporarse a la evaluación diaria de la salud y el bienestar de los animales de granja mediante la aplicación de planes de seguridad. Sólo entonces, ofreciendo un servicio al ganadero y proporcionando un servicio de garantía al público, seremos capaces de formarnos nosotros mismos y de mantener nuestra habilidad clínica.
Lecciones aprendidas de la Fiebre Aftosa en Europa
Por fin, el 1 de enero de 2002, se cumplieron tres meses desde el último caso de fiebre aftosa (FA) registrado en el Reino Unido, si bien se siguen realizando pruebas serológicas en ovejas. El último virus vivo se encontró el 11 de septiembre de 2001 y es de esperar que todo esto haya terminado.
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