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El déficit estructural de efectivos porcinos en Alemania se ha manifestado con crudeza este mes de febrero. En efecto, en cuatro semanas la cotización alemana ha subido 20 céntimos por kilo en canal (repitámoslo: 20 céntimos por kilo en canal en tan sólo cuatro semanas!!). El retroceso de la cabaña, así como la latente amenaza de la PPA (detectada en países vecinos) han provocado una especie de “pánico al desabastecimiento” que ha desembocado en esta severa corrección al alza del precio.
Este zurriagazo ha arrastrado a todos los países europeos sin excepción. En el mercado español hemos visto como la cotización subía 12 céntimos por kilo en vivo (equivalentes a casi 16 céntimos por kilo en canal) en las últimas cuatro lonjas.
En España se ha sacrificado durante el mes de febrero a todo ritmo; los pesos promedio en canal persisten tozudamente en más de 2 Kilos por cerdo más pesados que un año atrás. De todas formas, la capacidad de matanza ha crecido espectacularmente y ha bastado y sobrado para absorber tanto los retrasos navideños como el crecimiento que se observa en la cabaña.
En lo que llevamos de año se ha constatado que los sacrificios son un 5% superiores a los del año pasado. Crecemos en volumen y el precio aumenta: no se puede pedir más.
Nos parece que el ritmo frenético de subidas no se podrá mantener. La carne se ha revalorizado pero a un ritmo inferior al de las canales: el margen del matadero se ha visto fuertemente penalizado y si desaparece es obvio que las “ganas de matar” se esfuman. Como siempre el mercado impondrá su ley.
En Europa la carne se ha revalorizado. En los mercados asiáticos no se observan cambios apreciables de momento. Como siempre, si el cerdo sube será necesario que los precios de la carne acompañen. Es muy pronto para poder intuir lo que nos deparará el verano.
En febrero el precio español ha subido un 12%. Todo apunta a que 2018 será un buen año -de nuevo- para la producción. Semana Santa está a la vuelta de la esquina; después del lunes de Pascua el mercado empezará a “oler” la primavera… y encontraremos más alegría en el comercio.
Semana a semana, mes a mes, España confirma que el espectacular crecimiento de su cabaña no es pasajero y que no se trata de un espejismo. Felicitémonos de que la profesionalidad de todo el sector nos haya permitido encaramarnos a la tercera posición mundial en cuanto a la producción porcina, sólo por detrás de China y Estados Unidos.
Terminemos con una frase del gran Confucio: nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.
Guillem Burset
