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Las pérdidas de gestación: bien conocidas y no siempre bien analizadas

Como en cualquier otro negocio, las granjas porcinas tienen una unidad de producción: la cerda reproductora, y como en cualquier otro negocio es importante sacarle el máximo rendimiento a esta unidad productiva.

Como en cualquier otro negocio, las granjas porcinas tienen una unidad de producción: la cerda reproductora, y como en cualquier otro negocio es importante sacarle el máximo rendimiento a esta unidad productiva.

La forma habitual de medir la producción de una cerda es calcular los lechones destetados/cerda/año o también kg destetados/cerda/año. Según el diagrama de productividad de los lechones destetados/cerda/año, los factores que lo afectan directamente son el número de camadas/cerda/año y el número de lechones destetados/camada. En este artículo trataremos de analizar más en profundidad, algunos de los factores que afectan a las camadas/cerda/año.

Es evidente que con cada inseminación de una cerda se busca un parto, pero las pérdidas de gestación, uno de los factores más importantes en reproducción porcina, reducen la tasa de partos alejándola del ideal 100%.

Tasa de partos ajustada

La gestación de una cerda se puede perder a causa de distintos fallos reproductivos tales como repeticiones (tempranas, cíclicas, acíclicas y tardías), abortos, diagnósticos de gestación negativos o cerdas vacías, pero también las cerdas cubiertas (supuestas gestantes) enviadas a matadero o muertas, se suman a las pérdidas de gestación. Es decir, cada vez que muere o se envía a matadero una cerda cubierta se debe entender como una pérdida de gestación. Es importante además registrar la causa de la baja y diferenciar entre causas reproductivas y no reproductivas, es decir si las bajas son por problemas de fertilidad o no. Con esta información se obtendrá la tasa de partos ajustada que, junto con la tasa de partos, permite estudiar si en la granja se están dando de baja demasiadas cerdas por causas no reproductivas. Por ejemplo, si en un periodo determinado se cubren 100 cerdas y llegan a parir 80 de ellas, la tasa de partos es del 80%. Sin embargo, en el caso de que 10 de las cerdas que no han parido no lo hayan hecho porque se enviaron a matadero por problemas de aplomos debido por ejemplo, a un piso defectuoso (problemas no reproductivos), la tasa de partos ajustada es del 90% (80 cerdas paridas + 10 cerdas que hubieran parido si no hubieran tenido un problema de aplomos). El hecho de poder diferenciar entre tasa de partos y tasa de partos ajustada es fundamental a la hora de detectar problemas de manejo en gestación.

Evidentemente, el primer paso para poder analizar toda esta información es llevar un registro correcto de todos los sucesos o eventos ocurridos en la explotación, como ya comentamos en el artículo anterior y, el segundo, contar con un buen programa de gestión que permita realizar el análisis. Por ejemplo, es importante poder analizar las pérdidas de gestación por diferentes conceptos como son por periodos (días, semanas, meses o años), por número de parto o por tipo de cubrición (si la cerda es repetida o no), ya que a menudo necesitamos saber qué pasó con las cerdas cubiertas en un periodo determinado (las cubiertas en aquella semana cuando cambiamos el catéter o probamos una nueva técnica de inseminación artificial o simplemente, aquél mes de agosto que hizo tanto calor…) o cómo se comportan las cerdas en función del número de parto.

Tipos de pérdidas de gestación

A continuación se detallan los distintos tipos de pérdidas de gestación que pueden ocurrir:

Repeticiones tempranas: son aquellas en que la cerda sale en celo entre los 11 y los 17 días tras la cubrición. Se suelen atribuir a fallos en la detección de celo (o cubriciones después del celo de las cerdas). Debemos conseguir que el porcentaje de este tipo de repeticiones sea menor del 0,5%.

Repeticiones regulares: en este apartado se incluyen las cerdas que presentan celo entre los 18 y los 25 días post-cubrición (repeticiones regulares de primer ciclo) o entre los 38 y los 46 días post – cubrición (repeticiones regulares de segundo ciclo). Estas repeticiones ocurren como consecuencia de la falta de fertilización en la cubrición anterior, es decir, reflejan fallos en el manejo de la cubrición (calidad del semen y calidad de la monta). El objetivo de repeticiones de este tipo es inferior al 10%, siendo precisamente el 10% el límite de intervención.

Repeticiones irregulares: son aquellas en que la cerda presenta celo entre los 26 y los 37 días post-cubrición. Algunas de las causas son baja tasa de ovulación, baja tasa de concepción con progresiva muerte embrionaria o fallos en la implantación como consecuencia de prácticas de manejo que induzcan estrés en la cerda, o acción de agentes infecciosos. Este tipo de repeticiones debe mantenerse por debajo del 3%.

Repeticiones tardías: son aquellas en que la cerda sale en celo entre los 47 y los 60 días post-cubrición. Las causas de estas repeticiones pueden ser cualquiera de las descritas anteriormente a lo que se suma un fallo en la recela. Este tipo de repeticiones no debe superar el 0,5%.

Cerdas vacías: son aquellas que se detectan vacías entre los 60 y los 108 días post-cubrición. Independientemente de la causa que produjo la falta de fertilización, indican un fallo de recela.

Cerdas que no llegan a parir: son aquellas que se detectan vacías con más de 108 días post-cubrición, normalmente en la sala de partos.

El porcentaje de cerdas vacías + cerdas que no llegan a parir (detectadas vacías en la sala de partos), no debería superar el 2%. En cuanto al porcentaje de repeticiones totales, no debe ser mayor al 10%, y el límite de acción o intervención se situaría en el 15%.

Otra forma de analizar las repeticiones es relacionarlas entre sí. Existen dos índices muy utilizados en el análisis. Son:

1. Repeticiones regulares de segundo ciclo/repeticiones regulares totales: resultados superiores a 10% indican fallo en la recela.

2. Repeticiones acíclicas / repeticiones totales: resultados superiores al 33% indicarían un proceso infeccioso.

En cuanto al porcentaje de gestantes enviadas a matadero o muertas, no debería ser mayor del 4-5% y la diferencia entre tasa de partos y tasa de partos ajustada no debería ser superior al 5%. De lo contrario indicaría un elevado número de problemas no reproductivos.

Las repeticiones y cerdas vacías, sumadas a los abortos, diagnósticos de gestación negativos y cerdas gestantes muertas o enviadas a matadero, alejarán la tasa de partos del 100%. Pero lejos de obsesionarnos con alcanzar el máximo porcentaje de tasa de partos, debemos pararnos a analizar la cantidad de días no productivos que ha aportado cada una de las pérdidas de gestación. En la tabla 1 se comparan los resultados de dos granjas con diferentes tasas de partos.

Tabla 1. Comparación del coste de las pérdidas de gestación en dos granjas.

Granja 1 Granja 2
Cerdas cubiertas (nº) 100 100
Tasa de partos (%) 85,0 76,0
Intervalo medio cubrición- fallo (días) 44,5 26,1
Coste medio de 1 DNP (€) 2,5 2,5
Coste total de las pérdidas de gestación(€) 1668,8 1566,0

Según la tabla 1, partiendo del mismo número de cerdas cubiertas en las dos granjas y estimando el mismo coste para un DNP, las pérdidas de gestación de la granja 1 (con mayor tasa de partos), supusieron un mayor coste que en la granja 2. Otro ejemplo menos extremo en principio, podría ser el de dos granjas con la misma tasa de partos pero diferente intervalo medio cubrición – fallo. En ese caso, la diferencia en el coste sería aún mayor a favor de la granja con el menor intervalo cubrición – fallo. Es decir, no siempre es necesariamente mejor una tasa de partos más alta que otra.

Con este sencillo ejemplo queda en evidencia la gran influencia de los DNP sobre las camadas/cerda/año quedando la tasa de partos en un segundo plano.

Para poder analizar estos datos, contamos con los informes de análisis de pérdidas de gestación que nos proporcionan información detallada de los resultados de las cubriciones ocurridas en un periodo determinado (tratamiento biológico de la información). Desde el punto de vista temporal, lo que se analizarían serían los fallos ocurridos durante un periodo de tiempo determinado, independientemente de la fecha en que se cubrieron las cerdas. Volviendo al procedimiento de análisis biológico, en la tabla 2 se muestra un ejemplo de este tipo de informe en el que se presenta como deben mostrarse los resultados de cubriciones realizadas durante el mes de junio en una explotación.

Tabla 2. Análisis de pérdidas de gestación. Junio 2006

Nº de cubriciones 62
Resultado cubriciones conocidas 62
Resultados cubriciones desconocidos 0
Nº de paridas 46
Tasa parición (%) 74,2
Tasa parición ajustada (%) 79.3
Nº de no-paridas 16
Tasa de no-paridas (%) 25,8
Tasa no-paridas ajustada (%) 20,7
Intervalo promedio cubrición-no parto 48.4
Retornos tempranos de celo 1
Tasa retornos tempranos (%) 1,6
Intervalo retornos tempranos 10
Retornos de celo regulares 7
Tasa retornos regulares (%) 11.3
Intervalo retornos regulares 28,6
Retornos de celo irregulares 1
Tasa retornos irregulares (%) 1,6
Intervalo retornos irregulares 36
Retornos tardíos de celo 1
Tasa retornos tardíos (%) 1,6
Intervalo retornos tardíos 65
Diagnóstico gestación negativo 0
Tasa diagnóstico gestación negativo (%) 0
Intervalo diagnóstico gestación negativo 0
Abortos 2
Tasa abortos (%) 3,2
Intervalo entre abortos 90
Halladas vacías 0
Tasa halladas vacías (%) 0
Intervalo cubrición - halladas vacías 0
No llega a parir 0
Tasa de fracasos al parto (%) 0
Intervalo fracaso al parto 0
Matadero 4
Tasa matadero (%) 6,5
Intervalo cubrición- matadero 70,8
Muertes 0
Tasa mortalidad (%) 0
Intervalo cubrición - muerte 0

Otra forma interesante de analizar las pérdidas de gestación es la que nos permita analizarlas en función del número de parto y poder agruparlas en función del mismo. Un ejemplo de una presentación correcta para este tipo de análisis se muestra en la tabla 3.

Tabla 3. Análisis de pérdidas de gestación por nº de parto. Junio 2006

Nº de parto 0 1 2 3-6 +7 Total
Nº DE CUBRICIONES 15 17 9 17 4 62
RESULT CUBR CONOCIDAS 15 17 9 17 4 62
RESULT CUBR DESCONOCIDOS 0 0 0 0 0 0
Nº DE PARIDAS 12 13 7 11 3 46
TASA PARICION (%) 80 76,5 77,8 64,7 75 74,2
TASA PARICION AJUST. (%) 80 76,5 77,8 78,6 100 79.3
Nº DE NO-PARIDAS 3 4 2 6 1 16
Retornos tempranos de celo 0 1 0 0 0 1
Retornos de celo regulares 2 2 1 2 0 7
Retornos de celo irregulares 1 0 0 0 0 1
Retornos tardíos de celo 0 0 1 0 0 1
Diag gestación negativo 0 0 0 0 0 0
Abortos 0 1 0 1 0 2
Halladas vacías 0 0 0 0 0 0
No llega a parir 0 0 0 0 0 0
Matadero 0 0 0 3 1 4
Muertes 0 0 0 0 0 0

En la tabla anterior se presentan los resultados de las cubriciones del mes de junio de la misma granja que en la tabla 1, pero esta vez distribuida por número de parto. En este caso se ha utilizado una distribución que distingue entre cerdas de cero, uno y dos partos (cerdas que normalmente se comportan de forma muy diferente productivamente hablando), un grupo de cerdas de entre tres y seis partos (sus resultados no suelen ser muy diferentes y se las engloba de manera conjunta en un grupo de cerdas maduras y en máxima producción) y un tercer grupo de cerdas de séptimo parto o superior (cerdas viejas), cuyos resultados tampoco suelen presentar diferencias entre sí.

Conviene recordar que para que el análisis de las pérdidas de gestación sea correcto, debemos anotar el fallo que realmente ha tenido lugar, es decir, si una cerda aborta y la enviamos a matadero por ese motivo, debemos registrar el suceso “aborto” y no el suceso “baja por matadero” ya que lo que ha causado la pérdida de gestación ha sido el aborto. En el caso de repeticiones, pueden darse dos casos. El primero es que volvamos a cubrir a la cerda y contará como repetición, y el segundo es que decidamos enviarla a matadero. En este caso debemos detallar que la baja es por motivos de infertilidad y por tanto no contribuirá a elevar la tasa de partos ajustada.

El principal objetivo de este artículo ha sido hacer una sencilla revisión de los distintos tipos de pérdidas de gestación, pero es importante no olvidar que datos son necesarios y cómo controlar su introducción ya que es muy importante tener presente que toda la información que extraigamos del programa de gestión de la granja y por tanto cada decisión que tomemos, depende de la calidad de la recogida de datos y de la introducción de los mismos.

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