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Las maternidades libres en nuestro entorno

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Presentamos el caso de una granja que realiza una prueba con dos modelos de plazas de maternidades libres.

Imagen de la sala en que se están realizado las pruebas con plazas de maternidad libres. Foto: RotecnaPress.
Imagen de la sala en que se están realizado las pruebas con plazas de maternidad libres. Foto: RotecnaPress.
14 febrero 2019
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Nos desplazamos hasta Riudellots de la Selva (Girona) para ver in situ las pruebas con plazas de maternidad libres que FAWEC está llevando a cabo en la explotación Gerfam de los hermanos Rubirola. Entramos en la nave que han habilitado para ello, y la primera sorpresa que nos llevamos es la tranquilidad de las cerdas: no se alteran ante nuestra presencia, ni se inmutan. Se percibe en el ambiente el bienestar y el confort de las madres y de sus lechones. ¿Y los resultados? Hablamos con Déborah Temple de FAWEC, y con Jordi y Pere Rubirola de la explotación, para que nos expliquen sus primeras impresiones tras comenzar a trabajar con dos modelos de semiconfinamiento.

¿Cómo surge la iniciativa de realizar esta prueba?

Déborah: Desde el grupo FAWEC, un centro de investigación y educación en bienestar animal vinculado a la Universidad Autónoma de Barcelona, queríamos acercarnos al campo para intentar que la teoría llegase más al ganadero y, a la vez, implementar en el sector español nuevas prácticas que van surgiendo en materia de bienestar animal. En Europa ya hay presiones del mercado y legislativas que nos empujan hacia sistemas de semi-confinamiento de las cerdas en maternidad. Los daneses llevan 10 años haciendo pruebas en este sentido, mientras que aquí el sector aún duda, porque no sabemos cómo funcionará este modelo en nuestro sistema de producción, con estrés térmico, fosas, slats de plástico… Por ello, pensamos en realizar esta prueba de forma que, si llega el momento de implementar este modelo de alojamiento en maternidad, podamos aconsejar a nuestros ganaderos y anticiparnos, para evitar desastres como los que vivimos en la adaptación de las gestaciones a la normativa de bienestar animal.

¿Por qué eligen la granja Gerfam Rubirola de Riudellots de la Selva, en Girona, para realizar la prueba?

D: En nuestra búsqueda de un ganadero dispuesto a compartir un espacio de su explotación para realizar pruebas con plazas de maternidad libres, hace dos años conocimos a Pere y Jordi Rubirola. La verdad es que no es fácil encontrar a gente así, ganaderos motivados, que quieran arriesgarse a implementar en su granja nuevas prácticas. Sin embargo, ellos se sumaron en seguida al proyecto. A partir de ahí, visitamos sus instalaciones, donde contaban con una nave que era una antigua maternidad que estaban utilizando para engorde. Ese era el espacio que readaptaríamos para realizar la prueba.

Jordi, ¿por qué aceptan acoger esta prueba en sus instalaciones?

J: Nosotros ya hace mucho tiempo que tenemos las gestaciones con paja y en grupo. Es más, no hemos tenido nunca las gestaciones en jaulas, ya que siempre hemos buscado el bienestar de los animales. En este contexto, cuando nos presentaron el proyecto, y dado que las normativas siempre van apretando, nos interesó desde un primer momento. Por un parte, porque si podemos mejorar el bienestar de nuestros animales ya lo vemos como algo positivo y, por otra, porque una mejora del bienestar se traduce en una carne de mayor calidad y más valor añadido en el mercado. Además, el proyecto se gestionaba desde la universidad, por lo que poder probarlo en nuestra granja era una oportunidad que no podíamos dejar pasar.

¿Quién más está implicado en el proyecto?

D: Además de FAWEC y la explotación Gerfam, en este proyecto colaboran varias empresas del sector, concretamente Rotecna (sistema de alimentación, suelos y placas de calefacción), Ekip-Jyden (plazas de paridera y montaje) y Agrener (ventilación). Estos colaboradores nos han facilitado los recursos necesarios para construir y equipar la nueva sala de maternidad en la que estamos realizando la prueba.

¿Cómo fue el proceso de reforma de las instalaciones?

J: Tras enseñarles la nave que teníamos disponible para hacer la prueba, comenzamos a trabajar en su adaptación para crear una sala de maternidad con dos modelos distintos de plazas libres. Creamos un equipo de trabajo muy práctico para ir dando solución a los problemas que podían ir surgiendo, como por ejemplo la ventilación, que fue uno de los temas más delicados. Lo cierto es que, como no habíamos visto nunca este sistema, confiamos en el diseño de la sala que hicieron los técnicos de la universidad, y aportamos opiniones puntuales por el conocimiento del trabajo diario en la granja. La verdad es que entendernos ha resultado fácil.

Tienen instalados dos modelos; ¿cómo trabajan con ellos?

D: Tenemos un total de doce plazas, seis por cada uno de los dos modelos con los que trabajamos. Son dos modelos de semiconfinamiento con los que se pretende que la cerda pueda estar libre el mayor tiempo posible, pero que, a la vez, también se pueda cerrar la jaula en los momentos de mayor riesgo, que son: uno o dos días antes del parto y los tres o cuatro días siguientes. Pasado este tiempo, cuando ves que todos los lechones utilizan el nido y la cerda es buena madre, los dos modelos de alojamiento ya se pueden abrir, y se observa el comportamiento de los animales durante las siguientes 6-7 horas para vigilar que no haya aplastamientos. Son dos sistemas que funcionan igual en este sentido, pero tienen muchas diferencias en lo referente a las medidas, los nidos, los dispensadores de material manipulable, el manejo de la alimentación, etcétera.

Los nidos son la clave del buen funcionamiento de estos sistemas de semiconfinamiento. Foto: RotecnaPress.
Los nidos son la clave del buen funcionamiento de estos sistemas de semiconfinamiento. Foto: RotecnaPress.

¿Cuáles son las características de cada modelo?

D: El modelo JLF-10 SWAP es un corral de 6 metros cuadrados (3x2m), que funciona con dos comederos. La cerda utiliza un comedero uno o dos días antes del parto y los cuatro días siguientes (que es el tiempo que está cerrada en la jaula) y un segundo comedero cuando está libre. Siempre hay abierto uno de los comederos. En este sentido, el manejo es más complejo, pero es un sistema pensado para que la cerda pueda maximizar el uso del espacio y distribuirlo en función de sus necesidades: una zona para tumbarse, otra para sus deyecciones, otra para los lechones. Esta diferenciación de zonas puede resultar muy beneficiosa desde el punto de vista sanitario. Por otra parte, el dispensador de paja está colocado para que caiga en la parte ciega del suelo y no vaya a parar a la fosa. El cierre de la cerda es algo más complejo, y se tarda unos 50 segundos en cerrar la jaula. Finalmente, una de las peculiaridades de este modelo es que no puedes tener la cerda cerrada más de 3 o 4 días, porque llega un punto en que los lechones crecen y, como la jaula de la cerda está contra la pared, no pueden amamantarse desde uno de los lados.

El modelo de plaza JFL-10 SWAP es más grande y funciona con dos comederos. Foto: RotecnaPress.
El modelo de plaza JFL-10 SWAP es más grande y funciona con dos comederos. Foto: RotecnaPress.

El modelo JLF-15 es un corral de 5,75 metros cuadrados (2,4x2,4m), y es un sistema que, en general, gusta más porque se adapta mejor a las dimensiones actuales de las parideras y está bien diseñado. La cerda tiene bastante espacio, pero no suficiente como para diferenciar las zonas funcionales (zona de descanso, de defecación, etcétera). En este modelo hay un comedero y un dispensador de material manipulable, aunque el acceso a este es más restrictivo, para evitar que la paja caiga a la fosa. Una de sus mayores ventajas es que, con este modelo, tan solo se tardan unos 25-30 segundos en cerrar la jaula.

El modelo de plaza JFL-15, con un comedero, es el que mejor se adapta a las
condiciones de las actuales parideras. Foto: RotecnaPress.
El modelo de plaza JFL-15, con un comedero, es el que mejor se adapta a las condiciones de las actuales parideras. Foto: RotecnaPress.

En ambos modelos, aunque funcionan de forma algo diferente, los nidos son la clave del buen funcionamiento de estos sistemas de alojamiento. Vemos que en pocas horas los lechones ya aprenden a utilizar el nido, nos permiten hacer adopciones mucho más controladas, se huelen entre ellos y se calman… El nido es un lujo de este sistema y hay que saberlo explotar.

Todas las plazas disponen de un dispensador de material manipulable. Foto: RotecnaPress.
Todas las plazas disponen de un dispensador de material manipulable. Foto: RotecnaPress.

En el día a día de la granja, ¿qué implica trabajar con estas plazas de maternidad libres?

Pere: No implica cambios importantes que nos afecten, más bien vemos muchos beneficios, porque la madre puede desarrollar mejor su instinto maternal y el lechón dispone de su espacio para protegerse. Todo mejora: la sanidad, el manejo… No supone ningún inconveniente más allá del espacio adicional que requieren dichas plazas.

D: No ha habido cambios importantes, porque ellos ya tenían un manejo muy bueno de las cerdas y una interacción muy positiva, por lo que te encuentras con animales tranquilos y sin miedo a las personas con los que es más fácil trabajar.

Ya han tenido los primeros partos con este sistema de alojamiento. ¿Qué diferencias existen respecto al modelo tradicional?

D: En cuanto al parto, si la cerda está cerrada no hay diferencias respecto al sistema convencional: quizá las jaulas son un poco más grandes, con lo que se reduce el riesgo de aplastamiento y la cerda está más cómoda. En cambio, el posparto sí es más complejo, ya que tienes que asegurarte de que los lechones sepan dónde está el nido y lo utilicen. Este sistema te permite cerrar a los lechones durante unos 30-40 minutos para facilitar la recuperación de la madre, gestionar mejor la termorregulación de las crías, ayudar a los lechones más pequeños y débiles en la toma del calostro, hacer buenas adopciones…

P: La principal diferencia y ventaja de este sistema es que los lechones tienen el nido y, una vez se acostumbran a él, saben cómo protegerse de la madre y solo se acercan a ella para alimentarse o interactuar con ella. Los nidos cuentan con una placa de calefacción y una lámpara que los ilumina: si vemos que el lechón no va, lo cerramos un tiempo dentro del nido para que se acostumbre, se encuentre bien y lo utilice correctamente. Esto hace que el lechón esté más tranquilo, que la cerda no se estrese porque está libre, y que se reduzca el riesgo de aplastamiento.

¿Qué beneficios habéis detectado en las primeras semanas de trabajo con este sistema?

D: Tendremos que esperar un tiempo par dar datos más concretos, pero es cierto que, a priori, vemos que el uso de los espacios es totalmente distinto y positivo tanto para la madre como para los lechones y que las crías espabilan más rápido: el primer o segundo día de vida ya están jugando entre ellas y con la paja, e interactúan con la madre, lo que genera un ambiente de calma y la lactación resulta más tranquila.

P: Nosotros trabajamos con una genética muy distinta, la Duroc, que no es tan prolífica como otras. Lo que ya estamos viendo es que el crecimiento de los lechones es mayor, aunque tenemos que ir registrando estos datos y compararlos con las salas de maternidad convencional que tenemos.

¿Qué tipo de datos van a analizar?

D: Vamos a estudiar bien cómo funciona este sistema de alojamiento, con este tipo de suelos, con estrés térmico… cuál es el comportamiento de la madre, de los lechones, datos fisiológicos… y, evidentemente, registraremos todos los datos productivos de los lechones y las cerdas, los cuales serán determinantes para optar por este sistema de alojamiento. A largo plazo, también nos gustaría analizar cómo evolucionan estos lechones hasta el engorde, si se frustran menos, si se reducen las mordeduras de cola, etcétera.

P: Para nosotros, que vendemos directamente al consumidor, el objetivo principal es que éste interprete que mejoramos el trato al animal, que damos un paso más para ofrecer un producto de calidad.

FICHA TÉCNICA:
Ubicación: Riudellots de la Selva (Girona)
Nº madres productivas: 310
Machos (para recelar): 4
Tipo de inseminación: artificial
Nº de plazas de maternidad: 60 convencionales - 12 libres
Índice de reposición madre/año: 30-35 %
Índice de fertilidad/año: 85 %
Nº de partos madre/año: 2,3
Nº lechones nacidos/parto: 12,1
Nº lechones nacidos vivos/parto: 10,5
Nº lechones destetados/madre/año: 24,15
Edad destete (días): 24
Alojamiento en gestación: Corrales con paja

Informativo Porcino nº 76 I Junio 2018. págs 4-6.

Comentarios del artículo

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14-feb-2019 calavetMi sembra che la mortalità allo svezzamento sia alta del 15,2%.
04-abr-2019 PROCOMCERno coincide el promedio del destete, si solo nacen 21 vivos por año.
16-abr-2019 marco-antonio-jacho-lopezPosiblemente hay un error en la elaboración del cuadro de datos, a no ser que la mortalidad en lactanción haya sido del cero %, que por otro lado sería extraordinario. Pero difícil de reproducir, si más no en otras condiciones.
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