El mercado europeo del porcino anda sobre-revolucionado a la baja. España no es ajena a este estado de cosas. Todos los países productores quieren marcar territorio con movimientos decididos de baja y los demás se apuntan al carro para no perder comba.
No son buenas noticias en absoluto.
Se consolida el aumento del cereal y las cotizaciones descienden sin freno aparente. Ambos factores coadyuvan en la destrucción del margen de la explotación ganadera.
Penoso resulta constatar que en los últimos cinco años la producción no ha conocido ningún momento de esplendor económico; ahora si ahora no, los bandazos del precio ahí están pero los periodos de margen confortable brillan por su ausencia …
La huelga del día 29 ha pesado como una losa en la mente de los operadores; psicológicamente ha debilitado a la producción; la debilidad del mercado europeo se ha constatado con descensos en Francia y Alemania que, si bien no han sido tan acentuados como en la Península Ibérica, si que han contribuido a exacerbar en nuestros lares el movimiento bajista clásico de septiembre.
La realidad es que el suelo que pronosticamos en la crónica anterior no ha aparecido (aunque ya mencionamos nuestra dependencia de Europa) y no parece, de momento, que se consiga encontrar en las dos próximas semanas.
El cierre en falso de la lonja de Mercolleida de ayer no es más que un síntoma de cuán enconadas están las posiciones: el matadero se ve obligado a bajar sustancialmente algunas piezas importantes (arrastrado por los precios europeos) y el ganadero adopta una defensa numantina de un precio casi irrisorio.
La realidad es muy tozuda: Europa está muy lejos de experimentar euforias consumistas de carne de porcino y esta losa es demasiado pesada para que España (aún reconociendo la importancia relativa de nuestro mercado en el ámbito global de la UE) sea capaz de remar contra corriente.
En resumen: malas noticias a corto término; veremos si noviembre aporta cambios radicales (no es en absoluto descartable) o bien si habrá que esperar algo más para constatar un alza en la cotización.
Miguel de Unamuno dijo; “Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”.
Guillem Burset |