El pasado jueves, con posterioridad a la celebración del mercado semanal, se confirmó el primer caso de PPA en territorio alemán. Un jabalí hembra se halló muerto en el land de Brandenburgo, la antigua RDA.
El mercado oficial alemán (VEZG), que había repetido el miércoles día 9 a 1,47 euros por kilo en canal, bajó el viernes día 11 en 20 céntimos por kilo en canal de golpe. Además con efectos retroactivos, en una muestra más de excepcionalidad debida a force majeure. Esta bajada representa más de un 13%, algo inconcebible en condiciones normales.
En menos de 48 horas, la mayoría de países terceros destinatarios de la carne de cerdo alemana (China, Corea, Singapur, Japón...) prohibieron su importación. Esto es un golpe durísimo para el sector porcino alemán.
Para dimensionar la magnitud del problema, explicaremos que Alemania sacrifica más o menos 1.000.000 de cerdos cada semana. De esta cantidad, un 30% se destina a la exportación (es decir, el equivalente a la carne de 300.000 cerdos). La exportación alemana se dirige en un 60% a los territorios de la UE y el resto, un 40%, a países terceros. Significa esto que el equivalente de unos 110.000 cerdos no podrá ser exportado (con valor testimonial o residual algún país tercero continuará aceptando carne alemana). Unas 9.000 t -como mínimo- deberán ser vendidas de más en el ámbito de la UE semanalmente.
La ausencia alemana no podrá compensarse con aumentos de exportaciones de otros Estados Miembros por la simple razón de que es imposible congelar más de lo que ya se está haciendo. El problema parece grave o muy grave según como se mire.
A nuestro entender existen dos potenciales escenarios a corto plazo, a saber:
- Se establecen negociaciones políticas (probablemente ya se hayan iniciado) al más alto nivel entre Alemania y la República Popular de la China con el fin de conseguir que China acepte la regionalización de Alemania. Al estar Alemania organizada como un estado federal no puede descartarse ese desenlace. Si esto sucediera se recuperaría la casi normalidad en breve.
- La situación permanece como en esta semana, se perenniza la imposibilidad de exportar desde Alemania a la mayoría de países terceros. En ese caso, el bombeo semana tras semana de 9.000 toneladas de carne en un mercado, el europeo, ya plenamente abastecido no podría tener otra consecuencia que el derrumbe de los precios.
El cuello de botella que limita las exportaciones fuera de la UE es la capacidad de congelación. En toda Europa ya se utiliza el 101% de la posibilidad de congelar, ergo es imposible congelar más. El vacío dejado por Alemania no podrá ser compensado por otros Estados Miembros (cosa que ayudaría a descongestionar).
Desde un punto de vista puramente económico, sacrificar y despiezar cerdos para su comercialización en Europa (a los precios europeos) no es negocio: se pierde poco o bastante más en función de la eficiencia y eficacia de cada matadero. Por el contrario sacrificar y despiezar cerdos para su venta en China sí es rentable. Veremos si con el paso de las semanas la conclusión será que se establezcan dos mercados en paralelo. Pisamos terreno virgen y ninguna hipótesis es descartable.
La lonja de referencia en España bajó 4 milésimas en el mercado de ayer jueves. Interpretamos este nimio movimiento como la señal de que se abre un compás de espera. Si Alemania consigue que la hipótesis de la regionalización prospere todo estará bien. Si no prospera… las bajadas serán inevitables. Mencionemos aquí para la Historia que en la próxima semana los cerdos españoles se pagarán más de 30 céntimos por kilo en vivo más caros que en Alemania. Eso significa unos 30 euros por cerdo. Una auténtica barbaridad.
Si la situación no se arregla, llegarán a España toneladas y toneladas de carne alemana a precios imbatibles. La tensión aumentará, la dificultad para vender en Europa aumentará. Y los precios (cerdos y carne) bajarán. Un escenario casi dantesco es previsible. Esperemos y deseemos que los buenos oficios de las autoridades alemanas consigan sus propósitos y convenzan a las chinas.
Las espadas están en alto en espera de acontecimientos. Esperamos y deseamos que la situación se pueda revertir.
Terminaremos con un aforismo apócrifo: “¿De qué te sirve ser el mejor corredor de mundo si ignoras donde está tu meta?”
Guillem Burset