1. Manejo del pienso en la gestación
El manejo del pienso durante la fase temprana de la gestación, tiene como objetivo, la recuperación del estado de carnes óptimo de la cerda destetada. En esta fase temprana, de la que excluimos los tres primeros días tras el celo, los niveles de alimentación deben ser altos para conseguir un buen tamaño de placenta y un buen riego sanguíneo de la misma. Siempre se ha pensado que, en estos primeros 35 días de gestación, unos niveles altos conducían a incrementar las reabsorciones embrionarias por un incremento del metabolismo y del aclaramiento hepático de la progesterona pero se ha demostrado, a nivel de campo, que este incremento en la alimentación está estrechamente relacionado con la prolificidad.
Aumentar el consumo de pienso en el último tercio de la gestación tiene un efecto marginal sobre el peso de los lechones al nacimiento, si bien es cierto que puede mejorar el estado de carnes de algunas cerdas. Debemos tener especial atención a las subidas de pienso al final de gestación ya que incrementan la frecuencia de presentación de edema mamario y reducen el consumo de pienso en la fase temprana de la lactación, influenciando el desarrollo de la curva de alimentación en lactación y por lo tanto de la producción lechera.
2. Manejo del pienso en lactación
Como concepto general, debemos intentar administrar la mayor cantidad posible de pienso en el periodo de lactación, para conseguir una alta producción lechera y una buena respuesta de ovulación en el ciclo posterior. La idea es no tener pérdidas de peso de la cerda en el periodo de lactación de más del 10% de su peso. En ocasiones se tiende a incrementar el pienso los primeros días tras el parto, lo que puede ocasionar procesos de disgalaxia postparto. Lo correcto es hacer un aumento diario progresivo durante los 4 primeros días después del parto. En este momento las necesidades de producción de leche son bajas y, si no lo hacemos con cuidado, podemos indigestar a la cerda y no alcanzar una subida gradual del consumo de pienso. El objetivo es alcanzar el máximo consumo que individualmente admita cada cerda, puesto que aquí tenemos un factor limitante individual . No hay que olvidar que del consumo de pienso y del estado de carnes de un ciclo dependen los parámetros reproductivos del siguiente ciclo.
3. Manejo del pienso en fase destete – celo
En el intervalo destete celo es importante administrar a las cerdas niveles altos de alimentación, para proseguir con los altos niveles de alimentación del periodo de lactación.
Debemos tener la precaución de reducir estos niveles a partir del día 3 o 4 post-destete debido a que al inicio del estímulo estrogénico se produce una disminución del consumo de pienso.
El objetivo que nos debemos marcar es hacer que cada multípara ingiera una media de 2,6 a 3 kg al día y las cerdas que van a iniciar el segundo ciclo consuman una media de 2 a 2,5 kg al día (de un pienso promedio de gestación en España).
El destete se puede realizar en grupo o en boxes. En parques se puede administrar pienso a voluntad y agrupar por tamaño. En boxes se reducen las peleas y se puede establecer una alimentación individualizada, aunque el consumo de pienso siempre es mayor en parques.
A parte de la recuperación del estado de carnes, en esta etapa se produce la involución de la glándula mamaria. Si la recuperación de la mama no es la adecuada implicará una serie de problemas en los siguientes ciclos.
Cuando la condición corporal al destete no es la adecuada, además de aumentar el consumo al inicio de gestación, los animales más delgados se colocaran en una zona de recuperación dejándoles pasar un celo, ya que el coste que representan los 21 días perdidos son compensados por el incremento que se produce en la prolificidad de las cerdas.
4. Peso al destete como indicador de calidad del lechón
El peso al destete se utiliza como medida principal de calidad del lechón. Este indicador está relacionado con el manejo en la paridera, condicionado a su vez por el mantenimiento de un flujo constante de lechones a transición evitando movimientos de lechones retrasados. La técnica de retrasar lechones hace aumentar la susceptibilidad a infecciones o recirculaciones del virus PRRS, o cualquier otra patología, dentro de la pirámide. Con las nuevas genéticas hiperprolíficas donde son más frecuentes los lechones de más bajo peso al nacimiento, si se retrasan lechones de más edad y menos peso a partos con menor edad, se altera la sanidad de la explotación – y esto debe ser un punto de control importante, ya que es una de las razones de la persistencia de las enfermedades en las explotaciones.
La calidad del lechón se debe definir como la capacidad de desarrollo óptimo en las siguientes fases productivas. El peso y la edad definen la capacidad de desarrollo, sin embargo la vitalidad y capacidad de ingesta en la fase 2 tienen una importancia crítica para el posterior desarrollo en la fase de cebo. De ahí que la primera semana post-destete sea un punto crítico en la ingesta de pienso por parte del lechón. Para ello cada día se está trabajando más en el manejo de pienso y lactorremplazantes en paridera, familiarizando al lechón con el consumo de pienso seco antes de su etapa más estresante que será el destete.
5. Estado inmunitario en las cerdas de reposición
Para mejorar la salud global de nuestra explotación, el punto clave es el estatus sanitario de nuestras nulíparas. Debemos conseguir que entren lo más sanas posibles pero inmunológicamente activas para los procesos infecciosos que afectan a la explotación y en armonía con el estatus de la granja.
Cuadro 1: Esquema de programa vacunal de adaptación de futuras reproductoras
PRRS | ► | Infección natural al virus de la granja: Vacunación |
Parvovirus | ► | Vacunación antes de entrar en cubrición |
Influenza | ► | Vacunación en periodo de recría |
Sarna | ► | En periodo de recría utilización de ivermectina |
Circovirus | ► | Vacunación de lechonas y antes de entrar en cubrición |
Temblor congénito | ► | Exposición a restos de semen del área de cubriciones y a heces |
Enterovirus | ► | Exposición a heces |
Micoplasma | ► | Vacunación de lechonas y antes de entrar en cubrición |
Ileítis | ► | Vacunación de lechonas |
Mal rojo | ► | Vacunación antes de entrar en cubrición |
Aujeszky | ► | Protocolo vacunal en recría y granja |
El cuadro 2 nos proporciona una idea de donde establecer los puntos de monitorización sanitaria en la explotación, para el control de la transmisión de enfermedades.
Cuadro 2: distintas fases en la cadena de infección.
Cuanto mejor adaptadas se encuentren nuestras primerizas a la propia explotación mejor serán sus índices productivos.