El balance de marzo es inmejorable, el precio español termina el mes de marzo a 1,31 € / kg vivo y… subiendo que es gerundio.
Pasan las semanas y se confirma que la capacidad de matanza y las necesidades de los mataderos están por encima de la oferta actual. Muy probablemente asistimos a una reducción de oferta provocada por el miedo escénico de inicios del año pasado (demasiados meses a 0,95 o menos). Las incertidumbres de entonces provocaron lentitud en la reposición de madres cuando no algunos abandonos de actividad.
Europa entera escala posiciones en sus precios. Alemania en el último mercado de marzo simplemente ha subido 7 céntimos por kg en canal lo que transmite firmeza y seguridad en todas direcciones.
Las últimas subidas europeas (subimos nosotros pero sube toda Europa) han provocado una flagrante pérdida de competitividad de nuestras carnes en los mercados asiáticos. Estados Unidos sacrifica a ritmo de récord, Canadá no le va a la zaga y los escándalos de Brasil no parecen afectar su capacidad para exportar. Si persiste la ausencia de pedidos para el sureste asiático el mercado europeo de la carne (fundamentalmente las piezas) se saturará a no tardar.
Ahora mismo la proximidad de Semana Santa y la bonanza climatológica en el norte europeo han levantado la demanda. La subida del cerdo se ha podido repercutir en la carne y –de momento- las perspectivas a medio plazo son excelentes para el ganadero.
Los festivos de Semana Santa ayudarán a recuperar algo de peso (el promedio del peso de la canal actual es más de dos kilos inferior al peso de hace un año) pero no es previsible que se cree ninguna bolsa de ganado retrasado. Damos por descontado que a final de abril el cerdo estará más caro que ahora mismo y muy probablemente a finales de mayo estará más caro que a finales de abril. Como la medalla del amor, más que ayer pero menos que mañana… Quien lo hubiera dicho hace tan sólo 14 meses !!
Las materias primas no presentan signos de subida: un galón más a añadir a la previsiblemente lustrosa cuenta de resultados de este año.
El matadero sacrifica lo que hay (no tiene sentido intentar sacrificar unos cerdos que no existen) y se adapta irremisiblemente a la oferta. No son de prever cambios en la situación hasta después del verano. Probablemente en junio se manifestará crudamente que “faltan cerdos”.
Excelente panorama para el sector productor. Habrá que contener la euforia, siempre mala consejera.
El gran Sófocles (dramaturgo griego) dijo: “La alegría más grande es la inesperada”.
Guillem Burset