La serie de sucesivas repeticiones de precio terminó el pasado jueves con un alza moderada de un céntimo con siete décimas. Esta subida debe interpretarse como la señal de salida. El mercado español siempre es alcista en mayo y este año no será diferente. La larga serie de repeticiones ha servido para que nuestros vecinos de la UE hayan acercado sus cotizaciones a la nuestra. El tablero aparece presto para jugar una nueva partida, sin rencores.
Se plantea la duda de hasta dónde puede llegar el precio. Como siempre, el límite lo marcará nuestro entorno próximo: nuestros socios en la Unión Europea. Opinamos que una buena apuesta debe situarse alrededor (por encima) de 1,40 Euros.
Sería deseable un movimiento alcista brusco para que el mercado cárnico se convenza, de una vez, que hay que subir las piezas. Asimismo, si se revaloriza bruscamente el cerdo aumentan las posibilidades de valorar correctamente los stocks existentes en almacenamiento privado.
Una serie de subidas modestas entraña el riesgo para el matadero de recular en su margen: la industria cárnica española se muestra muy reticente a pagar más y una subida muy prudente del ganado podría justificar un plante de la cotización de la carne.
El momento es crucial: han llegado carnes frescas de Francia en importantes cantidades (chuletas para su deshuese en Catalunya) y los exportadores españoles de carne a Francia sufren enormemente para defender sus posiciones...
La exportación allende las fronteras de la UE funciona bien o incluso muy bien; China, Corea, Rusia,... están comprando sin complejos y los grandes mataderos españoles venden su producción con facilidad.
Los cerdos son ligeros, las matanzas se recuperan después de Semana Santa, la “Gran Exportación” (fuera de la UE) funciona a todo ritmo, La subida de mayo está garantizada y el margen de los productores promete una mejora muy interesante y necesaria, que podría reafirmarse más adelante si las cosechas acompañan.
Queremos remarcar la importancia que ha adquirido la exportación para el sostenimiento del mercado español, muy débil en su consumo interno.
Los buenos momentos deben aprovecharse ya que los malos se presentan sin llamarlos y sin cita previa.
Guillem Burset |