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El informe trimestral "Hogs and Pigs", publicado el 1 de septiembre por el USDA, reveló cuál es, probablemente, el ajuste final para cuadrar el censo porcino real respecto a las estimaciones previas que se vieron alteradas por la situación del año pasado, que supuso la eutanasia de muchos animales. Los ajustes sustanciales revelan que el censo disminuyó casi un 4% respecto al año anterior, pero que ha aumentado un 1% desde junio del presente año. Las estimaciones de lechones destetados en granjas estadounidenses entre junio y agosto de 2021 se han reducido un asombroso 6% respecto al mismo período de un año antes. El total de animales reproductores se fijó en 6,19 millones. El precio inmediato no se ha visto muy afectado pero los futuros han aumentado drásticamente. Si bien las exportaciones aumentaron durante el año, el ritmo se ha desacelerado bastante y se espera que el aumento general a partir de 2020 sea solo un 1% más alto. El USDA pronostica una reducción muy pequeña de las exportaciones para 2022, causada por la disminución del ritmo de la demanda de importación china.
La caída del censo tiene múltiples causas, incluidas las pérdidas devastadoras producidas por una cepa muy virulenta del virus PRRS (PRRSV 144), que muchos consideran la versión más letal del virus que jamás ha infectado a granjas de EEUU. Se rumoreó que las vacunas comerciales frente a PRRS no eran tan efectivas contra PRRSV 144 y que, por algún motivo, el virus incluso estaba superando las medidas de bioseguridad razonablemente diseñadas y aplicadas. Pipestone Group, en colaboración con los principales fabricantes de vacunas de PRRS, ha publicado los resultados de diversas pruebas que demuestran que, tanto las vacunas como unas medidas de bioseguridad bien diseñadas (incluyendo filtración de aire), siguen funcionando y deben seguir aplicándose. Octubre marca el comienzo de la próxima temporada de brotes de PRRS mientras la industria ya se prepara para la nueva variante, PRRSV 174, que parece ser más patógena que la PRRSV 144.
El inventario actual y las expectativas de exportación y futuros partos sugieren un período prolongado de rentabilidad, incluso con el precio actual del pienso, por encima de lo normal. En un artículo anterior mencioné que el censo ideal es probablemente el que genera un volumen alrededor del 5 % por debajo de la capacidad de sacrificio. Aunque la industria transformadora tiene formas de desactivar temporalmente parte de su capacidad para reducir costes, no es una situación ideal para ellos. El objetivo debe ser producir un número suficiente de cerdos para satisfacer la demanda de los mataderos que se queden cortos en sus cálculos, pero que el número de cerdos producidos no sea tan escaso como para hacer cerrar definitivamente a las plantas más viejas, con costes más altos. Estos "objetivos" son efímeros e irreales ya que el productor, o grupo de productores, que incrementan su producción mientras el resto sigue la estrategia de producción disciplinada dentro del objetivo, obtienen una ventaja demasiado grande.
El riesgo de la PPA, que se cierne sobre la industria de EEUU y de toda Norteamérica, seguramente también desincentiva los deseos de endeudarse para expandirse hasta que la situación se estabilice. Los casos de PPA que están apareciendo en el otro lado de la nación insular de República Dominicana, es decir, Haití, no han sorprendido a nadie. En la actualidad, miles de haitianos están emigrando hacia Colombia y haciendo el viaje a pie a través de América Central y cruzando la frontera de EEUU. Huyen del caos de un presidente recientemente asesinado y de diversos desastres naturales encadenados que han dejado el país en un caos virtual. Es fácil que lleven alimentos consigo, que podrían incluir productos porcinos.
Dado que estos inmigrantes potenciales no eligen ingresar a EEUU a través de los puertos de entrada normales, donde el personal de aduanas y la patrulla fronteriza están en máxima alerta controlando la presencia de carne y de productos cárnicos en los equipajes, existe, de momento, un vector adicional a través del cual la PPA podría entrar y afectar a cualquier lugar entre el norte de Colombia y EEUU. El viaje de los refugiados dura varias semanas hasta EEUU y, probablemente, habrán consumido la comida que traían inicialmente. Además, la simple entrada en un país no es problemática, el problema se produce si el virus encuentra la manera de llegar hasta los cerdos vivos, sean salvajes o en las granjas. La zona fronteriza del sur de EEUU, especialmente Texas, tiene una gran cantidad de jabalíes y cerdos asilvestrados. Arizona, Nuevo México y Texas también tienen una población considerable de pecaríes, especialmente en sus zonas meridionales. Afortunadamente, no hay muchas granjas en estas regiones. La aparición de la enfermedad en Colombia o México seria devastadora para los productores porcinos de dichos países y aumentaría más el riesgo de que la enfermedad llegue a EEUU.
Por último, la sequía que comenzó el año pasado en el suroeste de EEUU se ha desplazado gradualmente hacia la costa occidental de los estados de California, Oregón y Washington, donde giró hacia Montana y las zonas cerealeras de las Dakotas e incluso llegó a las zonas clave para la producción de maíz del sur de Minnesota y del centro de Iowa. Es demasiado pronto para saber cómo afectará en la primavera. Si nieva de forma adecuada durante el invierno se aliviará cualquier problema en los acuíferos, pero si a inicios de la próxima primavera hay una sequía total en el medio oeste, podría eliminar la perspectiva de rentabilidad a corto plazo de las granjas porcinas. Como siempre, incluso en una era altamente tecnológica, las fuerzas de la naturaleza, ya sean enfermedades o el clima, colocan a los productores en un estado perpetuo de optimismo cauteloso.
