La granja realizó una entrada de 100 abuelas Large White escaladas de peso entre los 60 y los 90 kilos. Los animales se alojaron en una cuarentena con un 70% de suelo sólido y un 30% de emparrillado. Cuando fueron pasando las semanas se hizo evidente que la inmensa mayoría de animales de ese lote estaba desarrollando un crecimiento excesivo de las pezuñas, tanto de las patas delanteras como de las traseras. Este tipo de problema era algo nuevo en la granja ya que la población de madres no tenía ningún problema de aplomos.
Conforme los animales fueron ganando peso, el problema se hizo más evidente y podía afectar a la longevidad de las abuelas. El porcentaje de abuelas afectadas era alrededor del 75%, siempre de esa única entrada.
Con la idea de poder arreglar las pezuñas de forma segura para animal y operario, diseñamos una jaula que pudiera ser levantada con la pala del tractor. Algunas de las hembras ya estaban cubiertas con lo que debía ser relativamente cómodo y permitir un arreglo rápido de las pezuñas.
Revisamos material metálico desechado que había en la granja (estructura de puertas, soporte de silos, etc) y construimos una jaula de 2 m de largo x 1,10 m de alto y 0,55 de ancho. Para facilitar el trabajo al tratarse de más de 70 animales incluimos también puertas de entrada y salida.
Además del material metálico que se recicló, la única compra necesaria fue un disco para pezuñas de ganado vacuno que se acopla a la radial.
Al empezar a usar la jaula vimos que el ancho era algo excesivo con lo que incorporamos dos piezas de madera a los lados para permitir que el animal quedara más encajado al ser levantado.
La jaula demostró ser muy funcional, y una vez aprendimos a recortar los cascos, el tiempo empleado por animal era de unos 5 minutos aproximadamente.
Los animales suspendidos en la jaula se quedaban perfectamente quietos y no tuvimos ningún problema. Una vez se arregló este sobrecrecimiento de la pezuña, el problema no volvió a aparecer.