La transmisión del virus de la gripe entre las personas y los cerdos es un reto continuo, dado que no entendemos muy bien todos los factores que hacen que las infecciones se puedan convertir en infecciones zoonóticas, algunas incluso de alcance pandémico. Tampoco entendemos muy bien el cómo, donde y cuando las infecciones de las personas se transmiten a los cerdos. De hecho, la transmisión de los virus de las personas a los cerdos es más común de lo que se pensaba y lo que ocurre es que cuando los virus de origen humano se mezclan con los virus de la gripe que están en los cerdos, estos virus se pueden reagrupar y dar lugar a nuevas infecciones que son un riesgo para personas y cerdos.
La pregunta clave es:
¿qué podemos hacer para prevenir o al menos minimizar el riego de transmisión bidireccional del virus de la gripe?
Sabemos que la gripe se puede transmitir por vías de contacto directo entre animales y personas infectadas y también por vías indirectas, ya sea por contacto con materiales contaminados y por el aire.
Recientemente terminamos dos estudios que demuestran la eficacia de intervenciones básicas en la interfase entre las personas y los cerdos:
- Limpiarse las manos: sabemos que el virus de la gripe se puede transmitir fácilmente a través de manos contaminadas
- Proteger las vías respiratorias: sabemos que el virus de la gripe es aerógeno y puede inhalarse y penetrar hasta el pulmón y causar neumonía.
Lavado de manos: imprescindible pero no suficiente
Referente al estudio de limpieza de manos, probamos 4 tratamientos:
lavar las manos solo con agua | lavar las manos con agua y jabón | usar un gel con alcohol | usar guantes desechables |
Los participantes del estudio primero estuvieron en contacto con animales infectados con gripe durante 10 minutos y después se evaluó la presencia del virus de la gripe en sus manos, antes y después de los tratamientos. Encontramos que todos los tratamientos contribuían a disminuir la presencia del virus en las manos, pero solo el gel con alcohol y el uso de guantes desechables fueron suficientes para eliminar, o evitar la contaminación de las manos en el caso de los guantes, de forma significativa.
Como era de esperar, el lavado de manos solo con agua no ayudó mucho a disminuir la carga de influenza en las manos. Sin embargo, el lavado de manos con jabón mejoró un poco la situación, pero no lo suficiente como para eliminar todo el material genético del virus que estaba presente en las manos. Estos resultados no deben interpretarse como que el lavado de manos con jabón no es necesario o eficaz, sino que más bien este paso debe complementarse con el uso de un gel con alcohol. El lavado de las manos con jabón tiene muchas otras ventajas para prevenir la transmisión de otras enfermedades y debe mantenerse.
Nuestros resultados reafirman que, además de lavarse las manos con agua y jabón, es necesario incluir tratamientos para las manos como es el uso de geles con alcohol y guantes desechables como parte de los protocolos de bioseguridad
Uso de mascarillas en granja
El otro estudio que realizamos fue evaluar el uso de mascarillas para prevenir o mitigar la transmisión del virus de la gripe vía aerógena. El uso de mascarillas en las granjas es engorroso y se usan poco. En este caso probamos 3 tipos de mascarillas y comparamos los resultados con no usar mascarillas.
• mascarilla quirúrgica
• mascarilla contra el polvo
• mascarilla N-95 (equivalente a la FFP-2)
Los empleados de la granja probaron la mascarilla N-95, una mascarilla para prevenir la inhalación de polvo y la mascarilla quirúrgica que típicamente llevan los cirujanos. Tomamos hisopos nasales antes y después del uso de las distintas mascarillas en trabajadores que realizaban tareas de manejo en granjas de cerdos con gripe clínica y los analizamos para saber si encontrábamos material genético del virus de la influenza o no. Es importante recalcar que los trabajadores usaron las mascarillas como quisieron. Les dimos instrucciones generales de cómo usarlas, pero no les obligamos a usarlas de la forma más efectiva pues sabemos que a nivel de granja no es fácil usar mascarilla todo el día. Muchas de las mascarillas no son cómodas y más bien son engorrosas.
Nuestro estudio demostró lo que ya sabíamos. Los trabajadores respiran el virus de la gripe si este está en el aire. También demostramos que los trabajadores que no llevaban mascarilla tenían más virus en las fosas nasales que los trabajadores que llevaban mascarilla. Es decir, el uso de mascarillas ayudó a los trabajadores a protegerse frente a la presencia del virus en el aire. El porcentaje de positivos fue de:
Sin embargo, no vimos diferencias significativas entre el uso de las diferentes mascarillas, aunque las N-95 tuvieron una ventaja numérica. Lo interesante fue también que los trabajadores preferían usar la mascarilla quirúrgica pues la consideraban más cómoda. Este estudio nos recordó que es importante tener en cuenta las preferencias de los trabajadores a fin de maximizar el uso de las mascarillas, aunque la mascarilla deseada no sea la que teóricamente es más eficaz.
En resumen, con estos estudios hemos visto que tenemos herramientas que podemos emplear para prevenir la transmisión bidireccional del virus de la gripe entre las personas y los animales. Estas herramientas de bioseguridad son básicas y deben de ser implementadas de forma regular y continua si queremos realmente prevenir la transmisión del virus entre las personas y los animales. Si las medidas de bioseguridad son simples y además incorporadas a la rutina de la granja son doblemente beneficiosas.