Se trata de una explotación porcina de 900 madres de ciclo completo, ubicada en Venezuela, con inseminación artificial (método cervical) y con bandas semanales de 45 a 50 cerdas. La tasa de partos oscila entre un 85-92% semanal, con un control sanitario que comprende un programa de bioseguridad y vacunación frente a PPC, micoplasma, colibacilosis, Aujeszky, parvovirus, circovirus y aftosa. La población es positiva a PRRS (sin vacunación) y el alimento proviene de una empresa con control de calidad en todos sus procesos. La granja está ubicada en una región con 26ºC de temperatura media anual. Realiza el destete los días jueves y control de celos diariamente y dos veces al día. El día del destete no se proporciona alimento alguno a las cerdas. La duración de la lactación es de 25 días promedio destetando lechones de 6,5 a 7 kg de peso. El personal tiene más de 5 años de antigüedad, con baja rotación. Unas semanas antes del inicio del caso se contrató a un supervisor en sitio 1 para el control de las inseminaciones, introduciendo cambios en el manejo de las cerdas:
- Incremento de 500 g de la ración diaria (pienso de lactación) en las cerdas destetadas, hasta 3,5 kg.
- Cambio del envase para las dosis de inseminación, de botella a bolsa.
Inicio del problema
Durante las semanas 1, 2 y 3 las repeticiones fueron las esperadas, sin embargo, en la semana 4 repitieron celo el 44,9 % de las cerdas inseminadas 3 semanas antes (Tabla 1). Ante esta situación, el supervisor modificó el horario de inseminación adelantándola 1 hora (de las 8 am a las 7 am). Acostumbrados a los buenos resultados y sin sospechar de ninguna causa determinada, el supervisor se confió y no tomó ninguna otra medida. En la semana 5 se reportó el 47,8 % repeticiones de las 46 cerdas inseminadas en la semana 2. El supervisor, al no tener un indicio claro de la problemática, solicitó ayuda especializada. Para la semana 6, se reportó el 50,9 % de repeticiones de las 51 cerdas inseminadas en la semana 3.
Tabla 1. Porcentaje de repeticiones por semana de inseminación.
Semanas | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 |
Cerdas servidas (3 semanas antes) | 50 | 45 | 45 | 49 | 46 | 51 |
Repetidoras | 5 | 5 | 4 | 22 | 22 | 26 |
% de repetición | 10 | 11,1 | 8,9 | 44,9 | 47,8 | 50,9 |
El veterinario de la granja, sospechando de un posible brote de PRRS, recomendó el muestreo serológico. Sin embargo no se observó ninguna otra sintomatología como mortalidad de lechones, abortos, descargas, etc. Igualmente recomendó el muestreo de alimento para descartar micotoxinas.
Después de 3 semanas con un importante aumento de las repeticiones y ante la ausencia de otros síntomas de enfermedad, el especialista en reproducción redirigió la investigación del caso hacía el análisis de los registros reproductivos.
Análisis del caso
Al analizar los datos de las repeticiones se observó que el 89 % eran regulares (± 21 días), por lo que se orientó el estudio hacia el momento de la inseminación. La revisión de registros nos demostró que las repeticiones eran independientes de la paridad y del macho utilizado. En este sentido se consideraron los siguientes aspectos:
- La cerda. El celo post destete se estaba presentando en más del 90 % de las cerdas entre los días 4 y 6. Condición corporal alrededor de 3, con buena alimentación sin descargas vulvares. Las cerdas de reemplazo de buen tamaño y peso.
- El verraco. Aspecto físico normal, sin traumas aparentes, buen apetito y buena libido. De excelente calidad seminal.
- Inseminador. El inseminador de siempre con años de experiencia, muy responsable.
- Procesamiento del semen. Según el protocolo asignado, y el mismo técnico de años. Aparentemente las dosis eran más claras de lo usual.
- Calidad de la dosis. Al microscopio se observaba buena motilidad y vitalidad de los espermatozoides.
Hasta este punto todo estaba correcto, de acuerdo a los protocolos, con excepción a lo referido en el procesamiento de las dosis, procediendo a enfocarnos más en este punto.
Se profundizó el estudio a nivel del laboratorio considerando:
- Diluyente utilizado. Diluyente de larga duración, recién adquirido, buena dilución, transparente sin turbidez y con buena conservación.
- Calidad de agua. El análisis reportó una conductividad de 4,16 microsiems/cm y 6,9 el pH (Foto 1), considerando los valores dentro de los niveles recomendados.
- Dosis almacenada. Sin variación importante de temperatura, al verificar los valores del termómetro interno de la cámara conservadora.
- Extracción del semen. Sin novedad, de acuerdo al protocolo realizado por el técnico con experiencia de años. Limpieza inicial y recolección solo de la segunda fracción.
- Evaluación del semen. Según el protocolo y según los registros, sólo se procesaban los de mayor motilidad y vitalidad.
- Cálculo de la dosis. De acuerdo al valor aportado por el fotocolorímetro (Foto 1) y la tabla de referencia (Tabla 2).
Foto 1. Muestra para la determinación de la concentración.
Tabla 2. Cálculo para el número de dosis. Para dosis de 3 mil millones de espermatozoides.
Lectura | Volumen eyaculado | |||||||
160 | 170 | 180 | 190 | 200 | 210 | 220 | 230 | |
0,18 | 11 | 11 | 12 | 13 | 13 | 14 | 15 | 15 |
0,21 | 13 | 13 | 14 | 15 | 16 | 16 | 17 | 18 |
0,24 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
0,27 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
0,30 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 24 | 25 | 26 |
0,33 | 20 | 21 | 22 | 23 | 25 | 26 | 27 | 28 |
- Dilución. De acuerdo al número de dosis y el volumen eyaculado.
- Envasado. Se comprobó que se habían envasado el doble de dosis de las que estaban calculadas. Esto venía ocurriendo desde hacía varias semanas, desde que se realizó el cambio del tipo de envase para las dosis y no se reportó en el informe del laboratorio.
Todos los puntos evaluados eran correctos salvo el envasado. Se pudo observar que habían introducido un nuevo envase sin la previa información de su aplicabilidad, lo que originó la preparación de un número muy superior de dosis respecto al determinado en los cálculos.
Diagnóstico
Al desconocer la capacidad de los nuevos envases, agregaron un volumen tentativo en lugar del volumen requerido según la concentración establecida, de manera que se produjeron más dosis de las calculadas.
¿Qué pasó?
Inicialmente la empresa estaba utilizando envases de 110 ml, por lo que el volumen total requerido para 20 dosis de 3 x 109 espermatozoides era de 2.200 ml. Al cambiar de envase no se consideró el nuevo volumen. Al pesar una dosis se comprobó que el peso total era de 50-55 gramos por lo que, con un volumen de 2.200 ml, obtenían más de 40 dosis, de manera que el número de espermatozoides por dosis era menor a 1,5 x 109 (Foto 2).
Tratamiento y control
Se corrigió el cálculo para el nuevo envase de 80 ml, por lo que para 20 dosis se necesitaban 1.600 ml de volumen total. Se determinó la medida de llenado para 80 ml y se incorporó una balanza digital para su peso como elemento de control, debiendo pesar 80 gramos una vez eliminado el peso del envase (Foto 3).
Resultados
Una vez incorporadas las modificaciones recomendadas en el proceso de producción de dosis, adecuándolas a las condiciones nuevas, las repeticiones volvieron a los niveles anteriores al problema. Las repeticiones bajaron al 12,2 % a la tercera semana de la corrección, manteniéndose en el tiempo con ligeras variaciones (Gráfico 1).
Conclusión
Con este pequeño error de cálculo, se perdieron 5 semanas de cubriciones, lo que repercutiría en un vacío productivo 10 meses más adelante. En este sentido se recomendó que cualquier cambio en la metodología, deba ser primeramente, consultado con especialistas para adecuarla a las necesidades de la empresa y no esperar sorpresas como esta.
Las decisiones tomadas superficialmente al incorporar tecnologías con la intención de mejorar los índices productivos de la empresa, deben ser analizadas con detalle y consensuadas con el equipo de trabajo, pues si no se discuten pueden generar grandes problemas de adaptación y repercutir en las finanzas de la empresa porcina.