Hace algunos años "fluido oral" no formaba parte del vocabulario ni de los veterinarios ni de los productores de porcino. Actualmente, aunque muchos estarán cansados de oírlo, otros por lo menos habrán oído hablar del uso de cuerdas de algodón para recoger muestras para diagnóstico. Tras un pequeño periodo de aclimatación o entrenamiento (¡por parte de los cerdos y los veterinarios!) pueden recogerse muestras de corrales o de cerdos individuales. A veces las muestras de fluido oral pueden substituir a los tradicionales análisis de sangre, mientras que requieren menos mano de obra y conocimientos técnicos. Además se reduce claramente el estrés para el personal y para los cerdos, lo que cada vez es más importante en la producción animal moderna.
El fluido oral ha sido utilizado con fines diagnósticos desde hace más de cien años. El fluido contiene componentes nativos de la cavidad oral (saliva) además de otros que pasan a la cavidad oral desde la sangre circulante, por lo que es una muestra interesante para diagnóstico. A mediados de la década de 1980 se adelantó la investigación sobre el fluido oral en humanos a causa del, entonces nuevo, virus de la inmunodeficiencia humana (SIDA) cuando los investigadores utilizaron el fluido oral para identificar pacientes infectados. A partir de ese momento se produjo un rápido avance en la tecnología diagnóstica diseñada para muestras de fluido oral.
La idea de utilizar fluido oral en diagnósticos veterinarios es de hace unos pocos años y todavía tiene que hacerse mucho trabajo hasta alcanzar el valor potencial de la muestra. Sin embargo, los trabajos han demostrado que el fluido oral puede utilizarse para detectar diversas enfermedades que afectan la salud y el rendimiento de las explotaciones comerciales como el virus del PRRS, de la influenza o el PCV2, entre otros. En todo el mundo se sigue trabajando para desarrollar nuevos tests y validar los existentes para el uso de muestras de fluido oral de cerdos.
El fluido oral humano ha sido muy estudiado. Se ha establecido que refleja las concentraciones de hormonas, fármacos anticuerpos, virus y otros componentes encontrados en el suero o, localmente, en la cavidad oral. A nivel diagnóstico el fluido oral tiene diversas ventajas sobre el suero. Típicamente los tests sobre suero utilizan anticuerpos producidos como respuesta a una infección como IgG. En el fluido oral, también hay altas concentraciones de otros tipos de anticuerpos (IgM e IgA) que son útiles para los tests y que revelan información adicional en comparación con IgG. Las IgA proceden de la inmunidad mucosal (secretadas para actuar en las superficies más que en el sistema circulatorio) y pueden ser utilizadas para detectar patologías no sistémicas. Las IgM son los primeros anticuerpos producidos durante una infección y pueden ser indicativos precoces de enfermedad. La capacidad para detectar los tres anticuerpos se añade a la utilidad del testeo del fluido oral, por lo que se está convirtiendo en un método práctico para detectar infecciones precozmente.
De un modo parecido al suero, el fluido oral puede testearse en busca de patógenos mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El uso de la PCR requiere tests optimizados para fluido oral. Se están llevando a cabo investigaciones para refinar el uso de PCR en fluido oral y aumentar el número de patógenos detectables. Al enviar muestras al laboratorio de diagnóstico veterinario, hay que asegurarse de identificarlas como "fluido oral" para obtener un resultado más preciso.
Hay algunas situaciones potenciales en las granjas en las que el fluido oral puede ofrecer una mejora en bienestar y ahorro de mano de obra sobre la extracción de sangre, a la vez que permite una recogida de muestras más frecuente. Este aumento en la frecuencia se traduce en intervenciones más precisas y oportunas. Por ejemplo el fluido oral puede utilizarse para monitorizar las cerditas de reposición durante la cuarentena para evitar la entrada de PRRS o influenza en una explotación. Durante la transición o el engorde pueden tomarse muestras de los mismos corrales para analizar la salud del grupo. O simplemente para obtener resultados en una investigación diagnóstica.
Las muestras de fluido oral son una nueva adquisición a añadir a la caja de herramientas de la producción porcina. Los resultados de las investigaciones experimentales y de campo son prometedores y su uso está creciendo. ¿Es demasiado esperar que algún día no necesitaremos lazos y agujas? Probablemente. Siempre habrá necesidad de diagnósticos a partir de muestras de sangre, pero espero que vamos a ver muchos más "escupitajos de cerdo" en los laboratorios de diagnóstico en el futuro.