Marzo ha sido un mes alcista en toda Europa. Alemania subió hace quince días la escandalosa cantidad de +13 céntimos de euro para corregir con -5 a la semana siguiente. Repetición en la sesión de esta semana (28 de marzo). El resto de mercados, sin excepción, siguen la estela de la subida.
Rusia practica el diletantismo con la UE. Las autoridades rusas exigen una regionalización hasta ahora no contemplada y desean llegar a acuerdos individuales con estados miembros. Todo indica que deberemos esperar varias semanas para ver carne europea llegando a Rusia.
En América la diarrea epidémica porcina se expande sin control. En EEUU y México afecta ya una importante parte de la cabaña. Ha penetrado también en Canadá y en algunos países de América del Sur. Análisis aparentemente realistas mencionan una posible disminución de efectivos del 15 – 20%.
En el mundo globalizado en que vivimos esta noticia ha llegado a todas partes, los países clientes preferenciales de EEUU buscan urgentemente una alternativa y el mercado mundial en su totalidad anda perturbado.
En este preciso momento vemos que el mercado europeo está firme aun con la ausencia de Rusia (un hipotético brindis al sol: si Rusia comprara en la UE ¿dónde estaríamos?); entramos en primavera y el consumo de barbacoas se anuncia potente como siempre.
Con todos los operadores convencidos que los mínimos de precios de este año ya han quedado atrás el quid de la cuestión radica en saber hasta dónde podemos llegar. Como hemos comentado en alguna crónica ya antigua, es una verdadera lástima que en nuestro sector la alegría de unos deba sustentarse sobre las lágrimas de otros…
El futuro para los productores europeos aparece despejado y el quid de la cuestión radica en saber como se reposicionan los distintos mercados. Parece fuera de toda duda que la carne se podrá vender bien y que el cerdo se revalorizará de cara al verano.
Los efectos de la mortandad de lechones no se notarán en las matanzas americanas hasta junio / julio. Veremos qué altura alcanza la ola cuando nos afecte de lleno, aunque ya sabemos que, como siempre, Alemania nos marcará el paso.
François de la Rochefoucauld dijo una vez “nunca seremos tan infelices como creemos ni tan felices como esperamos”.
Guillem Burset