La sesión de Mercolleida previa a la Navidad no ha sido nada tranquila y su resultado (un poco significativo descenso de medio céntimo) no parece reflejar la coyuntura real previa a dos semanas trufadas de festivos.
Sea como fuere todo parece indicar que estamos ya (o casi) en un suelo de precio que no cederá. Termina así un ejercicio muy especial en el hemos observado algunos hechos significativos:
- Alemania ha retomado sin complejos su papel de líder europeo ayudando a derribar tabúes como por ejemplo que en España el cerdo no podía subir en agosto.
- El sector de los mataderos españoles avanza hacia un escenario de menos actores y más grandes, lenta pero inexorablemente.
- Se ha consolidado la sensación que cerdos no van a sobrar: vigencia inminente de la Ley del Bienestar Animal, alimento y energía caros y sin visos de ceder,…
- El comercio porcino está cada vez mas globalizado y hechos acontecidos a miles de kilómetros de Europa tienen su repercusión aquí.
El segundo semestre de 2012 cabe calificarlo de atípico (el descenso no empezó hasta la semana 42) y también de muy generoso para el ganadero, lo que permite alejar estrecheces y agobios.
La otra cara de la moneda la encontramos en las graves dificultades que experimenta la industria transformadora que se ve inevitablemente abocada a vender a la gran distribución con plazos de pago exageradamente largos. La subida acelerada y significativa de agosto aún no ha sido digerida completamente.
El fin de año es un buen momento para intentar tomar perspectiva y reflexionar.
Deseamos para todos nuestros lectores unas navidades felices y propicias y que el año nuevo sea mejor que el que termina.
Como reza un popular proverbio japonés: “Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar”.
Guillem Burset