Por primera vez en 20 años la cotización española ha bajado en el mes de junio. Nos encontramos en una situación extremadamente excepcional que deberá corregirse a no tardar.
En el momento de redactar este texto los precios de referencia en los mercados europeos (calidades equivalentes) son los siguientes:
España | 1,54 €/kg vivo muelle granja |
Alemania | 1,15 €/kg vivo muelle granja |
Francia | 1,36 €/kg vivo muelle granja |
Dinamarca | 1,34 €/kg vivo muelle granja |
Países Bajos | 1,22 €/kg vivo muelle granja |
Observando ese listado nos damos inmediatamente cuenta de que entre el precio español (primer productor europeo) y el precio alemán (segundo productor europeo) existe una asombrosa y pasmosa diferencia de 0,39 €/kg en vivo.
En los meses de enero, febrero y marzo, China compró en España el equivalente en carne de más de 400.000 cerdos a la semana a unos precios lujosos y envidiables. Desde hace unas semanas China compra apenas un 10% de esa cantidad y sus precios están a nivel de los más baratos de Europa.
Todo parece indicar que China ha recuperado efectivamente su cabaña a niveles previos a la PPA. Las autoridades chinas han hecho público que el estado está recomponiendo su stock estratégico con carne china (en una clara demostración de la abundancia de carne autóctona).
Como hemos dicho, la situación es completamente excepcional y deberá corregirse. Apuntamos a continuación un listado de factores y circunstancias que, a nuestro juicio, nos han conducido hasta la presente coyuntura:
- La ausencia compradora de China (no compra en España, pero tampoco en Dinamarca, Francia, Países Bajos...) pesa como una losa en el mercado europeo. No existe una alternativa; ni siquiera una mala alternativa.
- Los mataderos españoles, en ausencia de su primer mercado han volcado todos sus esfuerzos en vender su carne en los confines de la UE. Sacrificando lo que hiciera falta en los precios (no interesa en modo alguno congelar si sabes que más tarde todo será más barato). Vender, vender, vender ha sido la consigna.
- La teórica recuperación de la demanda centroeuropea (avance de la vacunación, liberalización de la restauración, temporada de barbacoas…) no ha sido tal. El mal tiempo ha mantenido los consumos en cotas bajas.
- En los tres últimos mercados el precio del cerdo en España ha subido: + 0,015 € + 0,003 € – 0,010 € = + 0,008 €
- En las tres ultimas semanas el mercado de la carne ha bajado de forma espectacular, de 10 céntimos en 10 céntimos cada semana. Y nos parece que no hemos llegado al fondo.
- La meteorología y el metabolismo del cerdo se conjugan siempre para que en mayo-junio exista una oferta de ganado para sacrificio muy limitada con respecto a otros momentos del año (cubriciones fallidas del verano anterior, calores repentinos): este factor ha propiciado subidas consecutivas en el mes de mayo que ha sido totalmente imposible repercutir en la carne.
- En España la demanda de cerdos para sacrificio está dopada desde la aparición y consolidación del macro-matadero de Binéfar. Este plus de demanda ha actuado como un verdadero factor desestabilizador.
La realidad pura y dura es que los mataderos españoles afrontan la semana 25 (que empieza hoy) sabiendo que, por muy eficientes y eficaces que sean, van a perder unos 25 euros por cerdo trabajado. Esta perspectiva y esta realidad deben necesariamente enfriar al máximo sus “ansias de matar”.
Como apuntábamos en nuestro anterior comentario, en ausencia de China no existe ningún factor diferencial que justifique que España pague los cerdos 39 céntimos más caros que Alemania. Esta anomalía debe corregirse y se corregirá.
En ausencia de China (y su reaparición se nos antoja muy lejana) el cerdo español no puede hacer otra cosa que bajar. Y bajar, seguir bajando y continuar con la bajada. Y la rapidez de la bajada dependerá de la radicalidad del matadero en aplicar reducciones de matanza. Matar menos es imprescindible para la propia supervivencia de los mataderos.
Como nos comentaba un significativo operador: “situaciones desesperadas exigen soluciones desesperadas”. En este caso la única solución que se divisa es la reducción sin complejos de matanzas. No queda otra. Los cerdos deben bajar y para ello deben de quedar sin matar algunos lotes cada semana.
La ausencia de nuestro primer mercado (en los dos últimos años China ha sido -de lejos- nuestro primer cliente) provocará en la totalidad del sector porcino español una catarsis y una profunda revisión estratégica de objetivos. De hecho, esta reflexión ya está en marcha en muchos casos.
Vista en perspectiva la situación, quizás sea un buen momento para plantearse algunas cuestiones como:
- Hemos llegado hasta aquí (el sector porcino español) lo que no está nada mal. Líderes europeos y subiendo.
- Una vez que se ha constatado que China puede dejar de comprarnos… debemos adaptarnos, minimizar el daño y ver de qué forma que podemos continuar.
- Otras cuestiones que dejamos a la consideración de los lectores.
Terminaremos con dos máximas del refranero español:
“El que adelante no mira, atrás se queda”
“El pasado se borró, el presente vívelo y el futuro piénsalo”
Guillem Burset