Como describimos en los dos primeros artículos de esta serie, los veterinarios de EEUU, Italia, Dinamarca y España que entrevistamos estuvieron de acuerdo en que el consumo de antibióticos está disminuyendo con el tiempo. Sin embargo, encontramos diferencias específicas en cómo posicionaron sus estrategias.
El mensaje clave de Jean Paul Cano (Pipestone System, EEUU) es que el éxito de Pipestone en la reducción del consumo de antibióticos está directamente relacionado con la implementación de principios clave basados en los siguientes 5 pilares:
- Bioseguridad para prevenir la introducción de nuevas enfermedades: Se ha estudiado el riesgo de personas, transporte, piensos, materiales, etc. con protocolos viables y basados en investigaciones científicas. Las áreas con un enfoque especial incluyen la filtración de aire en áreas de alta densidad de cerdos, programas de formación continuada y estrategias de mitigación en pienso.
- Eliminación de enfermedades para trabajar con granjas de cerdas de alta sanidad cuando sea posible. Al eliminar las causas primarias de enfermedad (PRRS, PED, M. hyo, etc.), con protocolos rentables, las granjas han mejorado la salud y disminuido el uso de antibióticos. Cree que este ha sido uno de los principales impulsores de la reducción de antibióticos en los últimos años.
- El destete de cerdos fuera de la granja de madres y el estricto "Todo Dentro / Todo Fuera" de las instalaciones de crecimiento rompe el ciclo de transmisión de enfermedades.
- Manejo de las Unidades de crecimiento de la reposición (Gilt Development Units-GDUs) para la estabilidad sanitaria: Asegurar que las cerdas de reemplazo se adapten lo antes posible a la salud de las granjas de cerdas es un factor clave para la estabilización sanitaria en el sistema. Las primerizas ingresan a sus GDUs entre las 4-8 semanas de edad.
- Uso de antibióticos y seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos. Los datos adecuados impulsan la planificación metódica y la responsabilidad. Las plataformas PART e IMAGINE de Pipestone ayudan a la toma de decisiones basada en la ciencia a nivel de granja y sistema.
Michael Agerley (Porcus Veterinary Services, Dinamarca) está de acuerdo con Jean Paul Cano en la importancia de la prevención y el control de infecciones en el flujo de cerdos como estrategia general para disminuir el consumo de antibióticos. Pero desde su perspectiva, agregaría que la formulación adecuada del alimento y la calidad del agua son los dos factores más importantes a considerar cuando se intenta la reducción de antibióticos. Destacó que “se puede llegar lejos con procedimientos muy sencillos”. Agerley pone el foco en: 1) buena formulación usando niveles adecuados de proteínas de buena calidad, ingredientes de buena digestibilidad, diferentes fuentes de fibra, uso de ácidos orgánicos; y 2) buenos procedimientos de manejo nutricional, como el control del manejo del granulado antes del destete para lograr la mejor salud intestinal en el momento del destete. Como grupo, los veterinarios de Porcus promueven el uso de ácidos en el agua para aumentar la higiene del agua y una microflora intestinal saludable.
Annalisa Scollo (Suivet Veterinary Practice, Italia) destaca la importancia de mejorar la bioseguridad (es decir, duchas / entradas con bancos) en las instalaciones de destete y engorde, así como la gestión de la ventilación cuando se centra en la reducción de antibióticos. Ella siente que “la gestión de la ventilación, especialmente en los destetes, ha sido subestimada” como herramienta en este esfuerzo. Su clínica utiliza el monitoreo continuo de las variables ambientales de aire en todas las instalaciones de sus clientes para evaluar la calidad del aire (imagen 1). Scollo también tiene experiencia probando productos terapéuticos alternativos a los antibióticos en el destete para prevenir patologías entéricas. Ha probado el uso de algas como reemplazo del sulfato de colistina u óxido de zinc en dietas de destete con buenos resultados. También ha experimentado el uso de aceites esenciales, probióticos y ácidos grasos y los resultados fueron, en algunos casos, alentadores. Miguel Ángel Sanz (UVESA, España) tiene experiencias positivas con el uso de levadura en cerdas para mejorar la salud intestinal (es decir, la microbiota) de los futuros lechones, centrándose en la colonización temprana del lechón en el momento del parto. También destaca la importancia de crear un buen equipo de servicio técnico que emplee a veterinarios jóvenes e informados que hayan aprendido y adopten fácilmente los principios de la reducción de antibióticos desde el primer día.
Finalmente, todos saben que se aprende tanto de las buenas como de las malas experiencias. Como suele decirse, "el camino se hace andando". Así que les pedimos a nuestros veterinarios porcinos que compartieran lecciones útiles que aprendieron en su camino. Annalisa Scollo y Jean Paul Cano estuvieron de acuerdo en que eliminar los antibióticos sin controlar adecuadamente el PRRSV en la granja de cerdas fue uno de sus mayores errores. A Annalisa le preocupan las nuevas cepas que están surgiendo en Italia y lo difícil que es controlarlas para trabajar con un flujo estable. Consideró que tal vez esta sea todavía una de las principales causas por las que no todos los productores italianos están dispuestos a reducir el nivel de antibióticos que se utilizan en la granja. Jean Paul Cano agrega su preocupación por el uso profiláctico agresivo de antibióticos de amplio espectro administrados en el momento del procesamiento de los lechones. Él cree que esta práctica evita que el lechón se exponga a bacterias y desarrolle inmunidad activa al destete.Michael Agerley explicó que, desde el 2010, los veterinarios sienten una intensa presión para disminuir el consumo de antibióticos. Como resultado, eliminaron los antibióticos sin considerar siempre estrategias alternativas para compensar. Para ellos, eliminar los antibióticos sin tener en cuenta los cambios de alimentación no funcionó y sufrieron muchos casos de diarrea. Determinaron que, al principio del proceso, las formulaciones de piensos antiguos abrumaban el intestino con proteínas (es decir, altos niveles de harina de soja) y el lechón no podía digerirlas. Este problema resultó en diarreas posteriores al destete causadas por bacterias (por ejemplo, Escherichia coli) que estaban usando ese sustrato proteico adicional para replicarse y causar patología. Ahora se han dado cuenta que muchos problemas diagnosticados y tratados hace 10 años podrían haberse resuelto fácilmente con formulaciones más precisas de alimentos. Ahora, no solo pueden trabajar con niveles más bajos de antibiótico, sino que también están logrando mejores tasas de conversión de pienso en general durante el período de destete-engorde. Ahora usan, lo que ellos llaman, una "formulación saludable" basada en niveles de proteína ligeramente más bajos para preservar la integridad intestinal y evitar problemas de E. Coli que pueden dañar el intestino de forma permanente. Aprender de este fracaso original ha resultado en un mejor crecimiento y eficiencia en el uso del pienso a largo plazo.