Por primera vez en la historia, el precio alemán ha repetido durante once semanas. El MPB francés señala un precio invariable (excepto en las milésimas de euro) desde el 8 de noviembre de 2007 hasta hoy.
Esta estabilidad se interpreta en los corrillos profesionales como una deriva hacia la “politización” del precio de mercado, lo que desde una óptica estrictamente profesional no nos parece adecuado.
La producción porcina europea atraviesa una crisis que, por su profundidad y extensión en el tiempo, se nos aparece como muy grave. Las primeras materias para piensos han aumentado sus precios de una forma desbocada y la oferta importante de ganado evita que los precios de la canal evolucionen en paralelo.
Superadas las críticas semanas de las fiestas navideñas, las matanzas españolas continúan a muy buen ritmo pero ello no ha bastado para mover un ápice el precio al alza. La realidad y los hechos son tozudos: el mercado no se reactiva (la rentrée de enero ha pasado con más pena que gloria) en ninguna de las plazas europeas, la oferta de ganado para sacrificio se mueve todavía en niveles de máximos para todos los países significativos de la UE y los stocks en cámaras aumentan a pesar de la voluntad vendedora de los operadores.
Es muy probable que en España el precio del ganado aumente ligeramente en febrero; de producirse, esta subida se realizará a expensas del margen del matadero y no puede ser importante si el resto de Europa no acompaña.
No existen dudas acerca de una próxima carestía de ganado que causará una subida consistente de su precio, el problema reside en que a medida que transcurren las semanas el pronóstico acerca del cuándo y el cómo se producirá resulta más incierto.
La OCDE prevé los siguientes aumentos de la demanda de carne de cerdo en el período 2007 – 2014: Unión Europea = 4%, USA = 7%, China = 14%, … lo que no deja de ser una brillante perspectiva. La FAO prevé un aumento de la demanda de carne de cerdo para los países no miembros de la OCDE de un 48% (!) entre 2006 y 2016. Esperemos que estas cifras se consoliden y ayuden (cuán largo me lo fiáis!) a sostener el precio a un nivel adecuado.
Las restituciones aprobadas por Bruselas sirven de poco si no existe interés en comprar (tanto Rusia como Japón operan bajo mínimos con la UE) y al final ocurre que la carne que se oferta en el mercado excede con mucho la demanda de un mes de enero con encefalograma plano.
En espera de la eclosión alcista que todo el mundo vaticina (sin poder precisar cuándo) sólo queda el remedio de esperar confiados. Parafraseando al ínclito D. Juan Negrín, cabría decir “Resistir es vencer”
Sólo podemos imaginar y desear que la espera sea breve.
Dios aprieta pero no ahoga
Guillem Burset |