0
La progresión del precio español ha llegado a su límite con las dos últimas repeticiones. Los aumentos reiterados y consecutivos se han realizado, en su integridad, a costa del ya de por sí magro margen de los mataderos. Como consecuencia inevitable, la actividad de sacrificio se ralentiza por doquier en la piel de toro.
Febrero es, por tradición, un mes átono en el consumo y en el comercio.
Alemania ha repetido sus cotizaciones en las dos últimas semanas (tres semanas con un precio igual) aunque su cotización continúa por debajo de Mercolleida; Francia por el contrario, las reactiva al alza de forma consistente (siete céntimos en canal en dos semanas) aunque parte de posiciones más bajas y su precio actual todavía es bastante inferior al español.
Durante enero y febrero el precio español ha sido capaz de situarse en la estratosfera europea, desconectándose completamente del resto de precios continentales. Esta situación no es novedosa; si lo es la época del año en que este hecho ha acontecido puesto que tal fenómeno se solía presentar en mayo o en junio.
Es cierto que el conjunto del Mercado Europeo está desconcertado: la gripe aviar se expande sin control y determinados mercados (Italia,…) anuncian derrumbes de más del 50% del consumo de carne de ave y sus derivados; ello no obstante no explica en sí mismo la rotunda firmeza del Mercado Español. Como se apuntó en anteriores comentarios, creemos que la firmeza española tiene su origen en el crecimiento estructural de la demanda que nadie niega.
Los medios de comunicación de masas inundan a los consumidores europeos con informaciones de la expansión, aparentemente imparable, de la gripe aviar en suelo europeo. Este hecho se nos antoja determinante.
Es de prever que el consumo de derivados del cerdo aumente como alternativa a los productos de ave; no obstante, no esperamos del mercado un comportamiento desbocado como el que tuvo lugar en pleno apogeo de la psicosis de las vacas locas. Lamentamos desde aquí que la firmeza del porcino encuentre sus raíces en la desgracia de los avicultores.
Existe una opinión muy consensuada de que el mercado se mantendrá firme -sin excesos pero sin complejos- en los meses venideros.
Ayer se confirmó oficialmente que la República Francesa no autorizará exportaciones de carne de ave a Rusia en razón de la presencia de la gripe aviar en aves confinadas (una explotación de avestruces en la región de Lyon).
Cada medalla tiene dos caras.
 Guillem Burset |
