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A nadie escapa que la situación del mercado es atípica y excepcional. En efecto octubre ya es historia y la cotización española, mal que bien, ha resistido con solvencia.
Las matanzas se mueven en cifras de récord, dos de las últimas cuatro semanas incluían un festivo y la cotización ha resistido, los pesos aumentan y el precio aguanta,... ¿qué está pasando?
Es indudable que la capacidad de matanza ha crecido; a remolque de la exportación algunos grandes mataderos han apostado claramente por crecer y los eventuales excedentes de oferta encuentran colocación sin dificultad. Este año no apareció el “pico” de precio del verano y tampoco lleva visos de aparecer el tradicional “foso” de todos los otoños (en lenguaje esotérico quizás se trate de un efecto de “simetría oculta”).
Las exportaciones a países terceros continúan firmes -aunque China empieza a ralentizar su actividad antes de hora- el mercado español prosigue deprimido y Europa sigue a su aire. Los stocks actuales son inferiores a la media y el jamón ha superado la profunda crisis de los últimos meses aunque permanece en un nivel inferior al que correspondería. No se entrevé ningún factor potencialmente desestabilizador del actual statu quo.
Así pues, a expensas de ver cómo evoluciona la crisis económica europea (el peor escenario sería el abandono por parte de Grecia de la moneda única), no resulta aventurado pronosticar que la cotización debe mantenerse estable (si acaso con variaciones no significativas) hasta la campaña navideña y en 2012 ya veremos...
La producción porcina española demuestra su profesionalidad con creces (los actuales censos revelan que con menos madres se producen más cabezas) y la excelencia en la gestión debe ser el clavo ardiendo al que agarrarse en momentos de dificultad. Bien saben los productores que la cultura del esfuerzo personal (tan devaluada en España en esos últimos años) halla siempre su recompensa.
Nuestros competidores europeos en la producción (Holanda, Dinamarca y Alemania fundamentalmente) se encuentran también en dificultades, nada es fácil y el éxito del sector sólo se puede cimentar oteando el medio plazo y basándose en la tenacidad.
Como dijo William Eardley “la ambición es el camino al éxito; la persistencia es el vehículo con el que se llega”.
Guillem Burset
3 de noviembre 2011
