Los factores que más influyen en la producción porcina son:
– Sanidad.
– Manejo.
– Instalaciones.
– Alimentación.
– Genética.
– Bienestar.
– Coste de todo ello.
Un sistema productivo acertado y viable será aquel que consiga mantener un equilibrio entre estos factores.
Diversas son las causas de desequilibrio; cambios de tiempo, averías, vacaciones… Pero, de todas las posibles, las más desequilibrantes son las enfermedades.
Y dentro de las enfermedades, a parte de las de declaración obligatoria, las que más influyen probablemente son: PRRS y las asociadas a PCV2. Particularmente nefasta para los intereses de los productores es la coincidencia de ambas.
¿Por qué son tan problemáticas estas enfermedades?
–Son inmunosupresoras.
–Son víricas, por lo que los antibióticos no valen para controlarlas. Para su control es fundamental la prevención, y para ello una herramienta importante son las vacunas.
Sobre la eficacia de las vacunas de PRRS se puede discutir mucho. Sobre la eficacia de las vacunas frente a PCV2 no hay prácticamente nada que discutir, todas funcionan muy bien.
Que las vacunas frente a PCV2 sean eficaces no quiere decir que con su uso no hayan surgido problemas. Los más comunes son debidos a:
– Interferencia con anticuerpos maternales.
– Coincidencia de la vacunación con una recirculación de PRRS: animales virémicos.
Estos problemas se pueden asociar más con el momento de aplicación que con la propia vacuna.
¿Cuál es el momento adecuado para vacunar?
– Un momento en que la inmunidad maternal no sea demasiado elevada.
– Al menos 15 días antes de la recirculación del virus de campo.
– Un momento en que los animales estén sanos. Es particularmente importante que no recircule el PRRS.
En una granja en la que recircule PRRS y PCV2 hay cuatro posibilidades distintas.
Caso 1: Recirculación tardía de PRRS y de PCV2.
Ante esta situación hay 3 opciones distintas:
• Vacunar a los lechones de PCV2 a partir de las 3 semanas. Una elevada inmunidad maternal recomendaría retrasarla hasta las 4 ó 5 semanas de vida.
• Vacunar reproductoras.
• Vacunar lechones y reproductoras. En este caso los lechones se deberían vacunar con al menos 6 semanas de vida ya que las cerdas vacunadas producen un calostro muy rico en defensas.
Caso 2: Recirculación tardía de PCV2 y temprana de PRRS.
Opciones:
• Retrasar la vacuna de PCV2 en los lechones para evitar la recirculación de PRRS.
• Vacunar reproductoras.
• Vacunar lechones y reproductoras.Independientemente de la opción escogida es necesario tomar medidas para intentar controlar la recirculación de PRRS.
Caso 3: Recirculación tardía de PCV2 y en el destete de PRRS.
Opciones:
• Adelantar la vacuna de PCV2 en lechones. Esto solo será factible si la inmunidad maternal no es muy elevada. Además hay que tomar medidas para intentar controlar la recirculación de PRRS.
• Vacunar reproductoras.
• La opción de vacunar lechones y reproductoras no tiene mucho sentido, ya que la vacunación de estos se debería retrasar mucho tiempo, primero para salvar la presencia de anticuerpos maternales y después para evitar la recirculación de PRRS.
Caso 4: Recirculación temprana de PCV2.
Opciones:
• Ante esta situación la única opción es vacunar de PCV2 a las reproductoras para intentar retrasar la recirculación en los lechones.
Es importante tener en cuenta que una granja es una “estructura viva” por lo que puede evolucionar de una de estas situaciones a otra, siendo necesario adaptar la estrategia vacunal a la nueva situación. Nuestro objetivo debe ser mantenerla en la opción más favorable.De los cuatros casos sin duda el más favorable es el primero, en esta situación es más fácil mantener el equilibrio y más opciones hay de aplicar correctamente la vacuna.