Un escalofrío recorre la espina dorsal de los productores españoles de porcino al constatar que se acaba mayo y el precio no termina de despegar. 1,194 €/kg al iniciar junio no es un precio que apunte a medalla.
De todos es sabido que existen tres clases de equilibrio: estable (todo cuerpo apartado de su posición de equilibrio tiende a recuperarla), indiferente (todo cuerpo apartado de su posición de equilibrio permanece estable en la nueva posición) e inestable (todo cuerpo aparatado de su posición de equilibrio se descontrola). Bien, el mercado del porcino español nos ofrece una muestra de equilibrio inestable. Cada semana se fija un nuevo precio que es el resultado de múltiples factores (oferta de ganado, necesidades del matadero, peso promedio de las canales y su tendencia, evolución de nuestros mercados vecinos, etc.) y este precio semanal refleja el equilibrio momentáneo e inestable pero necesario e imprescindible (al fin y al cabo bien hay que retribuir los cerdos!).
Lo cierto es que en las tres lonjas de mayo ha habido dos repeticiones y tres modestas subidas (+0,008; +0,016; +0,014). El precio no termina de arrancar y mucho nos tememos que así continuará. Comentábamos hace un mes que la curva del precio de este año parecía una reproducción de la del 2015. Ahora mismo esto es más que evidente: es completamente calcada!!. Entonces llegamos a 1,26 €/kg vivo como precio máximo del año. Nos tememos que en este ejercicio ni siquiera llegaremos a aquel nivel.
Se matan los cerdos que se ofrecen. Todos los mataderos tienen más stock del que quisieran. El buen tiempo primaveral (barbacoas en Europa) ha brillado por su ausencia. Ninguno de nuestros mercados clientes internacionales se encuentra en posición demandante clara. No detectamos factor alguno de optimismo.
Nos guste o no exportamos cerca del 60% de la carne de cerdo que producimos. Este hecho no es en absoluto baladí y nos hace muy dependientes de lo que acontece en los mercados internacionales. El panorama mundial es de crecimiento global de la oferta y de un cierto estancamiento de la demanda. Todas las predicciones apuntan a un incremento sostenido de la demanda mundial pero, de momento, la producción ha crecido por encima de la demanda.
Inevitablemente se producirá un reajuste (a escala europea como mínimo) y vuelta a empezar.
El otoño se anuncia crudo. Tocará resistir. Se trata de una carrera de fondo y no vale rendirse.
Del refranero español: “Nadie se puede evadir de lo que está por venir” o el equivalente “Te vendrán pesares sin que los buscares”.
Guillem Burset