Termina julio con el precio español liderando sin complejos los precios de la Unión Europea. Incluso se encuentra en línea con el precio italiano, lo que es, en sí mismo, muy remarcable.
Este verano se están batiendo récords históricos de calor, especialmente en el norte de Europa. El calor exagerado en conjunción con persistentes problemas sanitarios provoca una restricción muy importante de la oferta de cerdos en vivo para sacrificio. Esta es la realidad, tanto en España como en Alemania.
En el transcurso de este mes de julio hemos visto como Alemania ha bajado dos veces su precio (-6 céntimos el día 10 de Julio, -3 céntimos el día 17) y ha subido una vez (+ 4 cents en la lonja de ayer) mientras que la lonja de referencia de la cotización española repetía impertérrita. Los mataderos alemanes desean bajar por la dificultad de valoración de la carne pero lo raquítico de la oferta no lo permite. De todas formas y como muchas otras veces en verano, al final nos hemos quedado solos en el escalón más alto del podio.
Como es bien sabido, España exporta desde hace ya algunos años más del 50% de la carne de cerdo que produce. Es muy difícil (por no decir imposible) compaginar este comportamiento netamente exportador con un precio líder frente a nuestros competidores. Por más que nuestros mataderos sean muy eficientes los milagros no están a su alcance. Es evidente que la situación actual no puede durar y que una corrección se impondrá a no tardar. O suben nuestros competidores europeos o bajamos nosotros. Al ser la Unión Europea un espacio de mercado único, los precios del cerdo están muy interrelacionados y la mayoría de las veces se encuentran, en la práctica, muy cerca unos de otros, en un pañuelo.
Los mataderos restringen su actividad; no queda otra solución que adaptar el ritmo de sacrificio a la disponibilidad de la oferta. En general se está sacrificando un 16 – 18% menos que en el mes de enero.
Este otoño se presenta algo diferente de los anteriores: el nuevo gran matadero de Binéfar ya operará a un ritmo respetable y China podría aparecer otra vez como el gran y agresivo comprador de la pasada primavera (desde hace semanas su precio en canal sube y sube).
En condiciones normales el precio español debería bajar a finales de agosto o en setiembre. Este sería el comportamiento normal, en un año normal, con factores externos normales pero resulta que este año dista mucho de ser normal (el factor más desestabilizador es la PPA que campa a sus anchas, especialmente en el sudeste asiático). Como hipótesis no es descartable que China renueve en unas semanas sus compras masivas y si esto fuera así los precios europeos podrían, incluso, aumentar.
La pelota está en el aire y desconocemos de qué lado de la red caerá.
El gran pensador norteamericano Benjamín Franklin dejó dicho: “La pereza viaja tan despacio que la pobreza no tarda en alcanzarla”
Guillem Burset