No soplan buenos vientos. El precio del cerdo recula, recula y ya van 8 sesiones de Mercolleida consecutivas de retroceso sin que se perciba donde está el límite.
Europa tiene dificultades para colocar su carne: Rusia restringe sus importaciones y en los destinos asiáticos debe competir con carne de cerdo del continente americano sustancialmente más barata.
El 24 de octubre nuestra cotización bajó solamente 3 milésimas de euro, parecía que el suelo estaba cerca y además Alemania llevaba cuatro semanas de repetición. Al día siguiente Alemania bajó 5 céntimos y a continuación ha vuelto a bajar decididamente 7 céntimos más. Un mazazo en plena frente.
Desde el récord de agosto Alemania, que partía de niveles inferiores, ha retrocedido 30 céntimos por kilo canal y España sólo el equivalente de apenas 27 céntimos, lo que indicaría que el suelo de precio queda lejos todavía.
Alemania es, desde hace años, el mercado director de toda la Unión Europea y cuando ella estornuda Europa entera se resfría. La situación de vasos comunicantes -por la fluidez del comercio internacional- y la importancia de nuestras exportaciones imposibilitan que en España tengamos un precio alejado del alemán. Es así, hay que aceptarlo y aprender a vivir con ello.
El consumo está apático, las exportaciones globales de Europa hacia Rusia (España sigue cerrada a todos los efectos) están muy penalizadas en volumen y no existe alternativa buena. Los destinos asiáticos se hacen de rogar y sus compras no son entusiastas,… Ninguno de los vectores que influyen en el precio apunta hacia arriba, ni tan siquiera horizontalmente.
El matadero se las ve y se las desea para salvar su cuenta de explotación; baja el cerdo y la carne se derrumba. Es importante mantener a raya los stocks y si ello ello implica abandonar el precio de algunas piezas se hace.
La Unión Europea, por la presión liberalizadora de la OMC, acaba de otorgar un contingente de 83.000 toneladas / año de carne de cerdo libre de aranceles a Canadá. Es una noticia negativa a medio plazo, un pellizco más a una situación ya difícil de por sí.
No nos queda otra que esperar y ver, confiando que se alcance el suelo de precio cuanto antes. Después de la tempestad vendrá la calma.
Lao-Tsé (filosofo chino) dijo que “lo que para la oruga es el fin del mundo para el resto del mundo se llama mariposa”
Guillem Burset