Introducción
Suministro agua continuo en lactación |
El agua es el elemento primario junto con la fuente energética (electricidad, etc.) a la hora de tomar la decisión de dónde vamos a ubicar una granja porcina.
Como regla de base en nutrición porcina, partimos de que las necesidades de nutrientes van disminuyendo con la edad, no siendo del todo cierto a nivel absoluto con el nutriente que más se ingiere en cantidad, es decir el agua (H20).
Es así como las cerdas reproductoras, que son los animales de mayor peso-edad de una granja, tienen de forma individual las mayores necesidades de consumo de agua al día. Estimamos un consumo diario del 10% del peso vivo de las cerdas en producción. De esta forma para calcular el consumo por cada 100 reproductoras y día tendremos, incluyendo todos los ciclos productivos (renovación, gestantes, vacías y lactantes), un total de 2.000 litros, solamente para el efectivo reproductor.
De esta forma las necesidades de agua en las cerdas reproductoras en condiciones de termoneutralidad, que varían levemente según genéticas y niveles de nutrientes, podemos estimarlas en una media de:
Por individuo |
Renovación |
Gestantes |
Lactantes |
Verracos |
Litros/ día | 10-15 | 15-20 | 20-35 | 15-20 |
Es importante considerar estas necesidades y ajustarlas bien en caso de suministrar las dietas en presentación líquida para asegurarnos de que las reproductoras están ingiriendo la cantidad precisa de todos los nutrientes.
Así, la relación agua/pienso aplicada a cerdas gestantes y lactantes es de 4-6 y 4-8 a 1 respectivamente. Recomendamos incorporar además agua a libre disposición en bebederos con válvulas de nivel constante para asegurar que las reproductoras consumen la cantidad necesaria de agua al día.
Repercusiones
Suministro agua continuo en gestación cerdas en grupo |
Suministro pienso líquido en gestación cerdas en grupo |
A nadie se nos pasa por alto que el agua es el primer constituyente del organismo en porcino suponiendo entre 75-80 % del músculo y sobre el 50-55 % del peso vivo de una cerda reproductora.
El mayor impacto de un deficiente consumo de agua en reproductoras está en la fase de lactación, derivado de un elevada pérdida de condición corporal ligada a una pérdida de agua, con alteración del equilibrio ácido – base, producción lechera y regulación del apetito. Si una cerda no consume agua un solo día durante las primeras dos semanas de lactación tendrá una mayor probabilidad de ser eliminada por baja producción.
La leche de la cerda tiene un 80% de agua, por lo que es esencial asegurar un consumo constante de agua en lactación para obtener la mayor producción de leche y por lo tanto el mejor peso de la camada al destete. Cada kilo de lechón incrementado necesita una media de 4 litros de leche, y para producir cada litro de leche se necesitan entre 2,5-3 litros de agua. Supongamos una camada de 10 lechones destetados, si una cerda nos da 10 ó 12 litros de leche al día durante los 20 días de lactación, tendremos una producción de 200 ó 240 litros de leche, con un incremento de peso de la camada de 50 ó 60 kilos. Si una cerda consuma entre 5-6 litros más de agua al día (100-120 litros más durante la lactación) alcanzaremos un kilo más de peso por lechón al destete en condiciones normales.
Un bajo consumo de pienso en lactación da lugar a una menor longevidad de la cerda, una mayor tasa de renovación, una peor fertilidad y menor prolificidad. Sin duda la deficiente ingesta de pienso va ligada a una deficiente ingesta de agua, o más bien viceversa.
Las principales consecuencias del deficiente consumo de agua en las cerdas reproductoras, las podemos clasificar en dos apartados:
a) Problemas productivos:
Menor consumo de pienso. Mayor pérdida de peso en lactación (grasa y músculo). Aumento del intervalo destete a celo. Aumento del intervalo destete a cubrición fértil. Aumento de los días no productivos. Aumento del intervalo entre partos. Reducción de la fertilidad. Reducción del tamaño de camada a siguiente ciclo. Reducción de la productividad. Aumento de mortalidad en cerdas. |
b) Problemas sanitarios:
Estreñimiento. Aumento incidencia síndrome mamitis , metritis y agalaxia. Aumento síndrome cerda sucia. Aumento infecciones urinarias (ITU), lo que determina una mayor tasa de repeticiones y pérdida de prolificidad, con aumento de nacidos muertos. |
Normas de calidad
La normativa vigente que determina que el agua de bebida sea potable (no habiendo normativa específica en ganadería), data del RD 140/2003 del 21 de febrero 2003 (45), según la tabla adjunta:
Parámetro | Valor | |
Físíco – químico | pH | 6,5-9-5 |
Conductividad | 2.500 Us/cm-1 a 20ºC | |
Nitratos | 50 mg/l | |
Nitritos | 0,5 mg/l | |
Sulfatos | 250 mg/l | |
Hierro | 200 ug/l | |
Manganeso | 50 ug/l | |
Microbiológico | Escherichia coli | 0 UFC/100 ml |
Enterococcus spp | 0 UFC/100 ml | |
Clostridium perfringens | 0 UFC/100 ml |
Los efectos de una mala calidad del agua de bebida en cerdas son las siguientes:
a) pH → cistitis, pielonefritis, problemas locomotores. b) Nitratos → problemas renales y reproductivos. Reducción producción de leche. c) Sulfatos → laxante. d) Contaminaciones → muertes súbitas, aumento incidencia MMA, cerdas sucias … |
Conclusiones
El suministro continuado en cantidad y calidad del agua de bebida en cerdas reproductoras en sus diferentes fases productivas es esencial para optimizar su productividad. Por lo tanto el conocimiento de la cantidad de agua ingerida al día mediante contadores de agua o sistemas de alimentación líquida, así como la calidad de la misma con dos análisis anuales, lo considero preceptivo y necesario.