Tiempo mínimo de almacenaje
Para calcular el tiempo mínimo de almacenaje, o la capacidad mínima necesaria, debe disponerse del plan de fertilización, esto es, la planificación de las dosis y momento del año en que se producirán las salidas de la balsa. Si se utiliza el nitrógeno como criterio para planificar la fertilización, será conveniente determinar la capacidad mínima de almacén utilizando unidades de nitrógeno, para ello puedes utilizar una hoja de cálculo como la siguiente y modificar los valores para adaptarlo a tu situación, así como simular diferentes opciones.
A continuación te explicamos su funcionamiento:
Se supone una explotación que produce 8.640 m3/año de purines, con un contenido medio de 3,65 kg N/m3 y una producción diaria constante. Se rellena la columna A de entradas a la balsa con el contenido mensual en masa de N (kg N/mes) y la columna B con las salidas a fertilización, ya sea de cultivos propios o ajenos, con la masa mensual de N que sale de la balsa. En la Tabla se han supuesto cuatro tipos diferentes de salida (B1, …, B4), siendo la columna B la suma de las cuatro. La suma total de N generado a lo largo del año (entradas) ha de coincidir con la suma total de las salidas (31.536 kg N/año en este ejemplo). En caso que las salidas sean inferiores se estaría en situación de excedentes, los cuales también deberán salir del sistema, ya sea mediante eliminación biológica de N o mediante recuperación y exportación; en todo caso, estas también serán salidas y deben añadirse a la columna B4 en el mes que se producen. En el ejemplo se ha supuesto que estas salidas se producen para fertilizar campos ajenos, en los meses que se producen. También sería posible suponer que el total del nitrógeno excedentario (5.184 kg N/año, columna B4) se reparte uniformemente cada mes (432 kg N/mes) en forma de cesión a un gestor autorizado.
Otros aspectos a tener en cuenta en relación con el dimensionado
Evitar que aguas pluviales se acumulen en la balsa, o evitar pérdidas de agua en bebederos o minimizar el consumo de agua para limpieza tiene un efecto positivo en la minimización del volumen de almacén de purines y en su coste de transporte. Las regulaciones del sector porcino y los planes de acción en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos indican los tiempos mínimos de retención de obligado cumplimiento, siendo necesario un valor mayor si es el calculado atendiendo a las necesidades temporales específicas de fertilización, como en el ejemplo anterior.
No debe olvidarse la necesidad de asegurar la impermeabilización de las balsas y la limpieza periódica para evitar acumulación de arenas, que reducen la capacidad útil, así como la recomendación de cubrir la balsa para evitar la entrada de aguas de lluvia y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, principalmente CH4) y NH3 y, por tanto, pérdida de valor fertilizante.
Durante el almacén se producen algunos procesos que tienen interés, como la reducción de patógenos y un cierto grado de mineralización. Por el contrario, se producen fermentaciones incontroladas y pérdidas de nitrógeno por volatilización de amoniaco y compuestos orgánicos volátiles, por lo que se generan malos olores y pérdida de valor fertilizante. Para evitarlo, es conveniente cubrir las balsas, que éstas sean exteriores a la nave, para evitar que los animales respiren los gases producidos, lo cual tendrá efectos positivos en los índice productivos, y que además la balsa esté fuera del recinto sanitario de la granja, para facilitar la evacuación sin que tractores y cubas entren en éste.