La producción porcina trata de producir carne de la forma más eficiente y el pienso es el factor más importante para conseguirlo ya que los costes de alimentación equivalen al 65 % del coste total. El componente más caro es la energía (90 %), por lo que la caracterización de la energía disponible es muy importante.
Desde hace varios años se conoce el concepto de energía neta (EN) pero, aunque todo el mundo sabe que es mejor que la digestible (ED) o la metabolizable (EM), todavía hay cierta confusión sobre este sistema de medición de la energía. La determinación de la EN es mucho más compleja que la de la ED o EM. Aunque la relación EM/ED es bastante constante para cada ingrediente, esto no se cumple respecto a la EN, por lo que no podemos convertir ED o EM a EN mediante un factor de conversión.
La EN se define coma la EM menos el incremento térmico. El incremento térmico es el calor producido durante la digestión y el metabolismo de los nutrientes. La energía restante servirá para el mantenimiento y la producción. El mantenimiento engloba las funciones vitales del animal, mientras que la producción se divide en movimiento, lactación, crecimiento y gestación.
Aunque teóricamente la EN es el sistema ideal, su adopción se ha visto perjudicada por la dificultad de su cálculo ya que hay que medir la pérdida de calor del animal, lo que requiere un equipo muy caro. Actualmente la mayoría de tablas contienen valores para la EN, la mayoría basadas en el sistema INRA.
Rozeboom, G. y A. D. Beaulieu. Determining the NE content of diets and ingredients. Prairie Swine Center, 2011 Annual Report