Termina septiembre con el precio en caída libre, a la búsqueda desesperada de suelo firme. Todo parece indicar que estamos todavía bastante lejos de encontrarlo.
Hay muchos cerdos y hace falta matarlos. A nuestro juicio, la abundantísima oferta obedece a varios factores, de los que destacamos:
- La substancial e innegable mejora de la prolificidad de las cerdas.
- La confianza de los productores en la rentabilidad de su negocio; en junio del año pasado ya se intuyó que el año no sería nefasto y se relanzaron proyectos. Ahora mismo se anuncian cerdos y más cerdos…
Por mucho que nuestro precio se haya desplomado en septiembre (empezamos a 1,41 €/kg, terminamos a 1,24), España continua como líder destacado en el entorno europeo (a excepción de Italia, país deficitario en cerdo y poco significativo en exportaciones). Comparemos y observemos con atención los precios actuales: España = 1,24 €/kg vivo; Alemania 1,19; Francia 1,14; Holanda 1,17; Bélgica 1,20.
Terminado el verano, y sus penurias, la oferta en vivo aumenta en todos los países europeos sin excepción. Europa no puede consumir todo lo que produce y se necesita exportar. Ocurre que nuestros competidores en los mercados asiáticos (Brasil, EEUU y especialmente Canadá) tienen precios bastante más baratos que la UE en su conjunto. Es imprescindible que consigamos exportar masivamente al Lejano Oriente. Ahora mismo no es posible.
El precio seguirá bajando pero la gran pregunta es: ¿hasta donde? La respuesta no es fácil pero nos inclinamos por pensar que vaticinar 1,07 €/kg en vivo para fin de año no es descabellado. Muy probablemente nuestro precio estará entre 1,04 y 1,10. Volveremos sobre ello en Navidad.
Por el momento la matanza acumulada en España en 2017 se halla al 99,60% de la del año pasado por las mismas fechas (con el dato significativo que el peso promedio en canal es ahora mismo unos 2,70 kg superior al del año pasado por las mismas fechas…). Veremos a final de año. Recordemos aquí que en 2016 fue un 8% más alta que en 2015 y que en 2015 ya había sido un 8% mejor que en 2014. Ningún otro país europeo muestra una progresión similar, ni de lejos. Por algo será…
Suceda lo que suceda, el ejercicio actual será bueno o muy bueno para la producción española. Lo que tenga que venir más adelante ya se verá.
Para finalizar, un aserto de propia cosecha: Hay un tiempo para florecer, un tiempo para recolectar y un tiempo para hibernar.
Guillem Burset