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Como no podía ser de otra manera después de Navidades se ha constatado que había (y sigue habiendo) mucho ganado retrasado. La benignidad del invierno no frena los crecimientos y los pesos promedio en canal han batido todos los récords y todavía siguen altos, muy altos.
Hay muchos, muchísimos, demasiados cerdos.
Afrontamos ahora un desequilibrio estructural: en los últimos tres o cuatro lustros la capacidad de sacrificio española y la cabaña porcina han crecido más o menos a la par (con periodos de claramente más demanda que oferta) pero el último bienio de buenos márgenes para la producción profesionalizada ha comportado un estirón de la oferta en vivo (mayor prolificidad, instalaciones más eficientes por renovadas o de nuevo cuño) que supera la capacidad de sacrificio instalada. De ahí el marasmo actual.
La oferta es muy abundante y el matadero sacrifica al máximo de su capacidad y aún así se necesitarán varias semanas –probablemente hasta finales de febrero- para reabsorber la bolsa de ganado retrasado.
La operación de almacenamiento privado ya ha terminado. ¡Ha durado dos semanas y media!. Se han acogido a esta posibilidad un total de 90.000 toneladas (el 80% entre Alemania, España, Dinamarca y Holanda). La inusitada rapidez con que se ha llegado a estas 90.000 toneladas ya denota en sí misma que oferta no ha faltado. En España se han consignado 19.000 Tm, equivalentes a unos 240.000 cerdos o lo que es lo mismo, un 25% de la actividad semanal. Algo más de un día …
Estas 90.000 toneladas representan menos que el sacrificio de DOS DÍAS hábiles en el conjunto de la U.E. Algo es algo pero está claro que el mercado actual necesitaría otros revulsivos. Pensamos que sólo ha ayudado a mantener los precios, no siendo en modo alguno la solución.
En Alemania los cerdos subieron 3 céntimos por kilo en canal cada una de las dos primeras semanas de enero, arrastrando a Bélgica y Holanda (verdaderos satélites del vecino país lider). Aquí no ha sido así y las pocas milésimas positivas arañadas al precio cabe atribuirlas más al mecanismo de arbitraje de Mercolleida que al mercado puro.
La primavera queda lejos y costará Dios y ayuda levantar la cotización. Si apareciera el frío riguroso se retrasarían los cerdos y se reactivaría el consumo de las grasas. Esperemos que la Naturaleza no nos falle.
Lamentablemente no esperamos ningún cambio significativo en la cotización española en este mes de febrero.
Del refranero español: “No hay camino llano que no tenga algún barranco”
Guillem Burset
