La noticia europea de agosto ha sido la subida de 16 céntimos por kilo en canal que realizó Alemania en las tres primeras semanas. Después ha repetido consecutivamente los dos mercados últimos. Esta brusca subida ha provocado que la sangrante diferencia existente a finales de julio entre el precio alemán y el español haya quedado reducida a 3,50 centimos (más caros en España). Alemania ha sacrificado un 1% menos este año que el año pasado (de enero hasta hoy). Significa esto que “más bien faltan animales”.
Aquí se ha encadenado repetición tras repetición al no existir alternativa. Por un lado el calor ha mantenido la oferta en niveles de mínima expresión y por otro la demanda de la carne ha seguido plana. Dos vectores opuestos que se han contrarrestado. El matadero tiene un margen de explotación negativo y no busca ningún cerdo extra. Recordemos de pasada aquí que en España llevamos sacrificados de enero hasta hoy alrededor de un 6% más que el año pasado. Significa esto que “más bien sobran animales”.
En septiembre el escenario cambiará. Por simples razones de fisiología la oferta de animales crecerá (temperaturas decrecientes); el matadero no aumentará su matanza si no tiene margen. Las bajadas importantes serán ineludibles salvo sorpresas de última hora.
La noticia mundial de agosto ha sido la aparición de la PPA en la República Popular China. China tiene una cabaña porcina de cerca de 500 millones de cabezas (simplemente la mitad mundial). En este momento se han declarado oficialmente 5 casos, alguno a más de 1000 kms de distancia de los otros.
Respecto a la evolución del mercado chino de consumo de carne de cerdo al rebufo de estos brotes de PPA se nos ofrecen, a nuestro entender, dos hipótesis extremas y contrapuestas:
- El consumidor chino desconfía de la carne de origen chino, sigue consumiendo más o menos al mismo ritmo pero priorizando la carne de importación (esto ya sucedió cuando estalló el escándalo de la leche infantil contaminada)
- El consumidor chino se alarma de verdad (a pesar de la imposible incidencia del virus PPA en humanos) y penaliza indiscriminadamente el consumo de carne de cerdo.
Es obvio que si se produce la primera hipótesis entonces Europa en su conjunto se verá beneficiada. Sobre esta cuestión (extremadamente importante) sólo podemos esperar y ver cómo evolucionan los acontecimientos.
En condiciones normales no hay duda que en los cuatro meses que faltan para cerrar el año el precio español se derrumbaría con estrépito. Ahora mismo todo depende de cuál sea la evolución de la situación en China. Como tantas y tantas veces hemos comentado, la globalización es un hecho y la interrelación entre mercados se hace más y más evidente con el transcurso del tiempo.
Crucemos los dedos, tengamos confianza y esperemos que la exportación al Lejano Oriente nos resuelva los problemas de sobreproducción. Como decía un héroe de un cómic de la España de posguerra: “El futuro es de los audaces”.
Guillem Burset