El agua es el nutriente más importante de la dieta, sin embargo las necesidades de agua en el porcino no han sido bien descritas, y menos aún en el porcino ibérico. Las estimaciones no tienen en cuenta el agua malgastada, que en algunas explotaciones de cerdo ibérico puede igualar e incluso superar las necesidades propias del animal. De hecho, cuando se consideran los factores que afectan al consumo de agua, es inevitable mencionar aquellos que tienen una repercusión directa sobre el agua malgastada, especialmente el diseño de los bebederos y su ubicación. Está ampliamente documentado que el consumo de agua se ve incrementado por el exceso de calor, de minerales o proteína en la dieta, cuando el pienso se encuentra granulado, e incluso por hambre y aburrimiento. Por el contrario, el consumo se ve penalizado por el frío, cuando la temperatura del agua es alta, cuando existe salinidad en el agua, cuando el pH es alto, cuando aparecen olores o sabores extraños, y un aspecto muy importante, cuando el animal enferma. Este último aspecto es de gran interés para realizar el seguimiento biológico de los animales, con la ventaja con respecto a la monitorización del consumo de pienso, que se puede realizar fácilmente y diariamente, sin más trabajo que monitorizar las lecturas de los contadores de agua que se instalen en las conducciones de agua de bebida, a ser posible uno por cada dependencia de la explotación (al menos en maternidad, transición, engorde y gestación), y diferenciándolo del agua de limpieza y de la refrigeración si existe.
A pesar del bajo coste que supone la instalación de contadores de agua, todavía hoy son muchas las granjas que no disponen de ningún equipo de medición del consumo de agua en la granja, a diferencia de lo que ocurre en la distribución de agua para consumo humano. Además, cuando éstos se encuentran, en muchos casos están mal instalados ya que en ni en su elección, ni en su ubicación se ha prestado demasiada atención. Los principales errores encontrados en las instalaciones de los contadores en las granjas son los siguientes:
1) Posición inadecuada del contador (figura 1). La posición habitual de los contadores de agua más normales en el mercado es horizontal, con el visor de lectura mirando hacia arriba. Es frecuente girar los contadores, o incluso colocar el visor boca abajo para poder verlo. En esas posiciones, los contadores no trabajan adecuadamente, y pueden estar dando una información que nada tiene que ver con la realidad.
Figura 1. Ejemplos de posiciones inadecuadas y adecuadas de contadores en granjas |
2) Diámetro inadecuado al caudal. Uno de los cálculos habituales cuando se elige un contador para una granja es el máximo caudal que puede pasar a su través, eligiéndolo en ocasiones sobredimensionado para no penalizar el caudal a través de las tuberías de la instalación. Sin embargo, todos los contadores tienen un caudal mínimo (Q min o Caudal de arranque en figura 2) de lectura, por debajo del cual, aunque exista paso de agua, el contador no nos da ninguna lectura. Además, como se puede también comprobar en la figura 2, hay un intervalo de caudales, entre los cuales el error que se comete en la lectura es muy grande. Por tanto es preciso consultar dicha información en el manual del fabricante antes de elegir el diámetro del contador a instalar en la granja.
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Figura 2. Datos del fabricante de contadores que hay que revisar antes de su elección |
3) Es preciso que el agua que ha de medirse, se encuentre previamente filtrada (figura 3), si no es así el contador termina bloqueándose al llenarse de partículas de diferente naturaleza (sobretodo pequeños granitos de arena). Cuando se colocan filtros, debido a que éstos deben mantenerse en un adecuado estado de limpieza, un error común es quitar la malla interna, para no tener que limpiarlos, por lo que dejan de cumplir su función, y penalizan seguidamente a todos los equipos y animales de la explotación, por lo que, si se da la situación en la que hay que limpiar muy frecuentemente el filtro, la solución es poner uno más grande, pero nunca quitarlo.
Figura 3. Filtro previo a un contador de agua |
4) Ubicación inadecuada. Es preciso que el contador se encuentre en una zona baja. Por ejemplo, si se instala en zonas más altas que los bebederos se corre el riesgo de que se puedan formar bolsas de aire en el interior, y la lectura del contador no tiene nada que ver con la realidad, pudiendo llegar a ser 4 ó 5 veces superior (figura 4).
Podemos concluir indicando que el control del consumo de agua es una gran herramienta para monitorizar el desarrollo y la salud de los animales. Sin embargo dicho control ha de realizarse adecuadamente, colocando los equipos en los puntos de la granja que sean para nosotros de mayor interés, evitando la formación de bolsas de aire, filtrando el agua previamente, y eligiendo los equipos en función de los caudales estimados (máximos y mínimos).
Figura 4. Ejemplos de ubicaciones inadecuadas de contadores en zonas altas, por la acumulación de bolsas de aire |