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Control de las estreptococias en una granja de producción, una experiencia de campo

¿Nos pueden ayudar las autovacunas al control de las estreptococias? ¿Qué debemos tener en cuenta?

Introducción

Actualmente, las estreptococias junto con las diarreas colibacilares son las dos patologías más recurrentes tanto en la fase de lactación como en la fase de transición, además de ser las responsables de importantes pérdidas en la industria porcina. En este nuevo escenario de producción, la profilaxis vacunal y la higiene resultan ser unas de las mejores medidas que se pueden adoptar para el control de ambos procesos patológicos.

Caso clínico

En este caso clínico se intentará explicar el abordaje para el control de las estreptococias en un escenario actual, en el que la reducción de antibióticos se hace cada vez más presente.

Se trata de una granja comercial de producción en fase 1 (producción de lechones de 6 kg) con un censo de 2000 reproductoras en una zona de alta densidad porcina del sureste español. Inicialmente, la explotación recibió reposición de diferentes orígenes, pero en los últimos años la entrada de futuras reproductoras se ha mantenido de un mismo origen, una granja de multiplicación propia de la empresa.

En la fase I de este origen era frecuente la aparición de síntomas clínicos de estreptococias en los lechones. Las principales expresiones clínicas eran artritis durante toda la lactación, tanto en miembros anteriores como posteriores, y meningitis fundamentalmente al final del periodo de lactación (de los 23 días en adelante). El porcentaje de bajas y animales que no se recuperaban oscilaba entre el 1,5 al 2% en maternidad.

Video: 1. Artritis en lechones en paridera.

En la fase de transición, apareciendo a modo de casos sueltos o brotes, también era frecuente encontrar meningitis, artritis y/o neumonía, pudiendo expresarse también como choque séptico afectando, en este caso, a los animales de mayor condición corporal.

Video 2. Septicemia streptococica en maternidad.

Abordaje y control

El cambio de escenario actual basado en la limitación y categorización de los antibióticos y la falta de disponibilidad de herramientas para el control de las estreptococias ha hecho que se tengan que buscar otras alternativas para su control.

Ante la problemática que suponían las estreptococias en esta granja, se implementó un control enfocado en distintas vías: manejo de instalaciones y empleo de autovacunas. Es fundamental también reducir el estrés de los lechones en la fase de transición, y para ello, aumentamos el espacio por lechón y mejoramos las condiciones de temperatura y ventilación mínimas, ya que las naves mal ventiladas aumentan el riesgo de padecer estreptococias. El uso de autovacunas es una alternativa útil para el abordaje de esta patología, aunque con ciertas limitaciones.

Video 3. Inicio de meningitis en lechones.

El problema fundamental de Streptococcus suis radica en que existen alrededor de 35 serotipos diferentes y no existen evidencias científicas de inmunidad cruzada entre ellos. En una misma granja pueden coexistir varios, aunque hay una relación epidemiológica clara entre los serotipos y la procedencia de la reposición de la granja. Nos encontramos que en muchas explotaciones pueden coexistir varios serotipos tanto patógenos como no patógenos. Este hecho dificulta la tarea a la hora de conocer el serotipo responsable de la enfermedad y, por tanto, escoger el serotipo adecuado para la fabricación de la autovacuna.

Realizar una autovacuna, primer intento…

Una vez tuvimos claro que una de las maneras de controlar las estreptococias era el empleo de autovacunas, nos pusimos a ello.

Se comenzaron a mandar muestras al laboratorio para el aislamiento de Streptococcus suis y, aquí apareció uno de los problemas, ya que muchas de estas muestras salían negativas, aunque fuese evidente que el animal presentaba clínica compatible con una estreptococia. Esta experiencia, , nos recordó que es de vital importancia saber muestrear adecuadamente, eligiendo los animales apropiados, que estén afectados a nivel clínico, para lograr una representación de los serotipos responsables de la patología en la granja. También es crucial escoger animales que no han sido previamente tratados con antibióticos. La recogida de las muestras de animales en pleno brote de enfermedad suele ser una garantía de éxito y el muestreo debe ser lo más amplio posible abarcando tanto los casos que se presenten en la fase de maternidad como en la fase de transición. Las principales muestras de elección son articulaciones o cabezas y sangre con anticoagulante.

Conseguimos aislar así varios serotipos de Streptococcus suis y para determinar cuál de ellos tenía carácter patógeno, en este primer intento, determinamos los factores de virulencia. Es importante conocer que serotipos son patógenos ya que, en el caso de esta granja, al haber tenido en sus inicios la entrada de nulíparas de varios orígenes, el número de serotipos de estreptococo presentes en la granja es muy alto.

Para tipificar la cepa, los principales factores de virulencia que se determinaron fueron:

  • Gen mrp. Codifica la proteína liberadora de muraminidasa, pero no está claramente relacionada con la virulencia de la cepa en cuestión.
  • Gen epf. Codifica el factor extracelular, aunque la ausencia de la proteína que codifica no determina que la cepa en cuestión sea o no virulenta.
  • Gen sly. Codifica la suilisina, una hemolisina con características citotóxicas.

Una vez escogidos los serotipos que determinamos patógenos, realizamos la autovacuna empleando como adyuvante el hidróxido de aluminio. Este adyuvante fue empleado ya que era el único con el que contaba el laboratorio.

Vacunamos en sábana todo el efectivo reproductor de la granja y lo revacunamos al mes. Se decidió realizar la vacunación en sábana teniendo como objetivo reducir la presión de infección en el efectivo.

Sin embargo, los resultados no fueron los esperados ya que no se redujeron las manifestaciones clínicas ni en fase I ni en fase II.

Video 4. Estreptococia en parideras.

Realizar una autovacuna, segundo intento…

Convencidos de que las autovacunas debían de tener un efecto positivo en el control de las estreptococias, ya que las usamos para otras patologías y son de gran ayuda, decidimos volver a intentarlo, matizando en algunas partes el proceso de obtención de las mismas.
Se comenzaron a mandar muestras para el aislamiento del patógeno con la misma tónica que en el caso anterior.

Una vez aislado Streptococcus suis, además de determinar los factores de virulencia, determinamos la secuencia tipo de cada serotipo.

Es importante determinar los factores de virulencia, pero no son los únicos a esclarecer, ya que, existen cepas que no contienen algunos de los factores de virulencia y son extremadamente patógenas.

Tabla 1. Cepas de Streptococcus suis aisladas tanto en maternidad como en transición para la elaboración de la autovacuna (Fuente: Elaboración propia)

Fecha Granja Aislamiento Serotipo Factores de virulencia Cuadro/sintomas
epf mrp sly luxs gadph sdh No F. virulencia
06/09/2023 X Articulación 1 No 5 Estreptococia
06/09/2023 X Articulación 1 No 5 Estreptococia
06/09/2023 X Articulación 1 No No 4 Estreptococia
18/09/2023 X SNC 1 No 5 Estreptococia
18/09/2023 X Articulación 1 No 5 Estreptococia
23/09/2023 X SNC 1 No 5 Estreptococia
25/09/2023 X Articulación 1 No 5 Artritis
28/09/2023 X Articulación 2 6 Artritis
28/09/2023 X SNC 2 6 Estreptococia

Se determinaron los antígenos polisacáridos de la cápsula, después de la tipificación de algunos factores de virulencia para poder determinar si la cepa es patógena o no lo es. Esta determinación se realiza con tecnología molecular realizando una qPCR sobre los distintos genes que codifican los principales factores de virulencia.

La identificación molecular de la cepa realizando la tipificación multilocus de secuencias (ST: secuencia tipo), nos permite tipificar la bacteria y por lo tanto compararla con cepas que están identificadas como patógenas, en los casos que identifiquemos varias cepas en nuestros muestreos. Esta técnica laboratorial está muy estandarizada y puede proporcionar una información muy precisa sobre la patogenicidad de las cepas previamente aisladas.

Como hemos adelantado anteriormente, debemos evaluar tanto los factores de virulencia como la secuencia tipo de cada una de nuestras cepas y escoger aquellas que tengan mayor carácter patógeno.

Después de la elección de las cepas, es importante no sobrepasar la cantidad de cepas a incluir en la autovacuna para evitar su inestabilidad.

Además de la elección de las cepas de mayor interés patógeno, resulta clave la elección del adyuvante, ya que es imprescindible para generar una respuesta inmune adecuada en el animal. Varios estudios abalan que el uso de hidróxido de aluminio como adyuvante no es una buena opción dado que no se evidencia ningún tipo de respuesta humoral en el animal, siendo más inmunógenos los adyuvantes oleosos (M. Gottschalk et al., 2022)

Una vez obtenida la autovacuna con este nuevo protocolo de selección de cepas nuevo adyuvante, volvimos a vacunar en sábana el efectivo reproductor de la granja con vacuna y revacuna a las 3-4 semanas. Además de vacunar las cerdas productivas, se estableció un protocolo vacunal en primerizas en el periodo de aclimatación a la granja, aplicando 2-3 dosis durante su fase de recría.

Con este segundo intento, conseguimos disminuir, en prácticamente su totalidad, las expresiones clínicas del estreptococo en lactación. También se retrasan ligeramente su aparición en la transición, en la cual, aunque aparecen casos, el número de terapias antibióticas frente a estreptococias se ve reducido y conseguimos controlar con mayor eficacia la clínica.

Actualmente en la granja se continúa con la autovacuna vacunando en sabana todo el efectivo reproductor según marca la clínica de la granja y continuando con la vacunación de nulíparas tres veces durante su aclimatación sanitaria. Es importante chequear los casos que salen para asegurarnos de que los serotipos no varían.

Conclusiones

Para que una autovacuna funcione:

  • El muestreo debe de ser lo más amplio posible para disponer del mayor número posible de cepas responsables de la enfermedad en la granja.
  • Establecer un cribado previo serotipificando y detectando los factores de virulencia.
  • Realizar las secuencias tipo en los casos en que hay varias cepas, con el objetivo de diferenciar las cepas que son patógenas de las oportunistas en la granja.
  • Existe una relación epidemiológica muy importante entre la granja de multiplicación de origen y la granja de producción.
  • Tener claro el adyuvante usado en la vacuna para asegurarse la respuesta inmune adecuada.
  • Establecer el protocolo de vacunación adecuado en granja. En el cual las primerizas tienen que ser un actor fundamental ya que suelen ser ellas las que más trasmitan la infección a su descendencia.

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