Pocas veces se habrá vivido una realidad de mercado tan dramática como la actual. Se podría decir que ni los más viejos del lugar recuerdan nada parecido: el tobogán descendente en que se encuentra el precio español parece no tener fin; y la situación del ganadero -aquí y ahora- se antoja completamente insostenible. El mercado de ayer (27 de septiembre) arrojó un descenso de 3,50 céntimos por kilo vivo sin lucha aparente: los interlocutores se resignan a su suerte nada halagüeña.
Hace años que en Europa funciona el principio de los vasos comunicantes; todos los países de nuestro entorno se hallan en situación parecida y no parece existir otra salida que el abandono forzado de una parte de la producción.
Se están sacrificando madres a marchas forzadas (muchas preñadas, en un claro indicio de desesperación) y aún así muchos lechones no encuentran acomodo. El mercado muestra toda su dureza castigando el precio del lechón a unos niveles que rompen toda heterodoxia. Todos los países comunitarios muestran el mismo escenario. No es posible continuar produciendo lechones para su venta so pena de la ruina total. Parece como si el mercado estuviera gritando “por favor, no produzcan más lechones” (o mejor, el imperativo “¡no produzcan más lechones!”). Es lamentable pero es real.
Para el cerdo cebado la situación no es, tampoco, nada favorable: con los precios actuales del alimento y los precios del ganado para sacrificio, las cuentas de explotación de las empresas ganaderas ofrecen sangrantes pérdidas. Estamos convencidos que muchos empresarios ganaderos se están planteando si sus empresas son viables o no.
No cabe duda que el castigo actual se traducirá en el abandono de la actividad ganadera de una parte de la producción. Esta afirmación debería ser cierta para todos los países de nuestro entorno. En la UE Existe un claro consenso entre los operadores europeos al respecto.
Todo apunta a que en primavera – verano de 2008 la situación habrá dado un vuelco total al constatarse un importante debilitamiento de la oferta. Con toda probabilidad se batirán todas las marcas de precio del ganado para sacrificio, aunque ahora mismo la primavera de 2008 se nos antoje muy lejos y deban acontecer no pocos avatares en el camino.
El día a día del mercado ofrece un panorama lógico: existe sobreoferta en relación al nivel habitual de consumo y los flujos de comercio no son fluidos. Los stocks se están recomponiendo rápidamente (en razón de la mayor actividad de sacrificio estimulada por el precio atractivo) y el horizonte próximo se presenta, todavía, oscuro.
Triste consuelo es aquel refrán que dice: no hay mal que cien años dure.
Guillem Burset |