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Próximo el fin de este ejercicio queremos resaltar como efeméride, o acontecimiento positivo del año, la celebración del 50º aniversario de la fundación de Mercolleida. Cincuenta años definiendo los precios del porcino español son muchos años. Un cúmulo de esfuerzos, miles de horas y una enormidad de trabajo bien hecho han permitido conseguir, entre otras cosas, un bien ganado prestigio internacional. Felicitamos de buen grado y de todo corazón a las personas que lo han hecho posible. Mercolleida es hoy, indudablemente, la lonja de referencia del porcino en el Sur de Europa. Y un importante referente mundial, sin duda alguna. Un buen árbitro del precio español.
Como acontecimiento negativo del año que termina resaltaremos la súbita reducción –sin preaviso– de las compras de China en la comunidad europea. El parón de las compras de China (el comercio de carne de cerdo europea con ese país se ha reducido a la mínima expresión, especialmente en la segunda mitad del año) ha provocado en la Unión Europea un difícil período, con sobrantes de carne por todas partes y el subsiguiente derrumbe de los precios. Este ha sido el mayor factor desequilibrante del mercado comunitario en el año que se acaba. Una losa que lo arrastró todo hacia abajo.
Por fortuna, se logró evitar la huelga en las industrias cárnicas españolas; en una maratoniana reunión del jueves día 18 de noviembre (fueron necesarias siete horas de tira y afloja) se consiguieron pactar “in extremis” las mejoras y medidas suficientes para revertir la posición de los sindicatos, muy inclinados hacia el paro total. El mercado se ahorró así una sacudida histórica en un momento de extrema depresión.
Debemos mencionar dos amenazas significativas para el porcino europeo en general: la penetración de la filosofía vegana en el mercado (paulatina e imparable, será mejor que nos acostumbremos) y las recientes –y firmes– iniciativas de la Gran Distribución Alemana tendentes a implementar en el mercado de la carne porcina el reinado de las cinco D (nacidos, destetados, engordados, sacrificados y deshuesados en Alemania, la D de Deutschland). Pensamos que esta última circunstancia perturbará en gran medida el mercado europeo. Alemania consume mucha más carne que la de los cerdos estrictamente nacidos allí. Se trata de una medida contraria al espíritu fundacional de la UE y habrá que ver si se ajusta al derecho europeo.
Podríamos decir que el mercado sigue en el valle de la calma; los festivos navideños provocarán retrasos importantes en las salidas de granja (como cada año) y será necesaria buena parte del mes de enero para reabsorber estos cerdos. Una vez reabsorbidos y recuperada la normalidad en los flujos hacia matadero… podría suceder que a principios de febrero llegase una tímida primera subida… siempre y cuando no aparezca ninguna sorpresa o crisis imprevista.
Creemos que todos estos meses de precios muy por debajo del precio de coste (en el conjunto de la UE) tendrán –irremisiblemente– consecuencias muy palpables en el mercado. Pensamos que no más tarde de abril del año próximo se encontraran a faltar los miles y miles de animales sacrificados para atostonar o eutanasiados. Algo más tarde faltarán los cerdos no nacidos de las cerdas enviadas prematuramente al matadero. Y esta ausencia provocará un rebote de los precios. Mientras China siga comprando masivamente cereales no es esperable un repliegue de los precios del alimento. Y con el pienso caro… sólo se pueden rentabilizar las explotaciones en base a un precio del cerdo en la banda alta. Los cerdos han de valer por encima de su precio de coste; si no es así, una situación persistentemente negativa puede calificarse de anormal o antinatural.
El precio del cerdo en China está reaccionando drásticamente al alza. En los últimos dos meses ha subido nada menos que un 58%, aunque es cierto que estaba en un nivel muy bajo. Esta brusca subida podría significar que los pequeños productores (con costes exageradamente altos) están abandonando la actividad. La campaña del Nuevo Año Chino ya parece casi concluida sin aportes significativos de carne europea; probablemente en ella China consumirá una parte de sus propias reservas; podría ser que se reanudasen sus compras antes de la primavera a remolque de esa remontada de su precio del vivo.
Termina un año atípico donde los haya. La producción está en pérdidas severas y la salida de esta crisis no se vislumbra cercana; la distancia entre el precio actual y el precio de coste es muy importante y compensar esta diferencia llevará meses. Esperemos que febrero nos aporte la esperanza con subidas.
Tengamos fe en que en 2022 el precio promedio al final del año estará por encima del precio de coste promedio. Lo vemos como muy probable; creemos que en la segunda mitad del año los precios estarán claramente por encima de los costes. Veremos.
Es Navidad. Deseamos a todos los lectores y amigos unas felices fiestas en familia (a los que puedan disfrutarlo: ¡aprovéchenlo!) a la vez que les transmitimos nuestro firme deseo de paz y prosperidad para todos. Relajemos nuestro espíritu; permitamos que se empape de ambiente hogareño y pospongamos los quebraderos de cabeza y preocupaciones para más tarde.
Queremos parafrasear al gran Charles Dickens al recordar lo que dijo en su día: “¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!”
Guillem Burset
