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El mes que ahora termina nos ha ofrecido de todo menos placidez.
A la decisión de no respetar el precio oficial de Mercolleida por parte de la mayoría de los mataderos de Catalunya siguieron movilizaciones de sindicatos agrarios con claro propósito intimidador; finalmente el sentido común se impuso y se llegó a un “pacto de caballeros” que parece indicar que, de verdad y de buena fe, los actores principales buscan una solución transaccionada.
Nos parece muy importante que el precio español pueda ser pactado sin maximalismos ni intoxicaciones de uno u otro signo. España es el segundo mercado productor europeo, claramente exportador neto, y por ello necesita conservar su competitividad, evitando las “desconexiones radicales” de su entorno comercial inmediato.
El diferencial acumulado entre el precio español y el resto de mercados europeos ha terminado por pasar factura; la pérdida de estos nueve céntimos por kilo vivo cabe atribuirla más a la sobrevaloración existente hasta la semana 28, que a un súbito desfonde del mercado cárnico, por lo demás con encefalograma plano por lo que a la demanda concierne desde hace semanas.
En lo que a Europa se refiere, la opinión generalizada de los operadores internacionales es que persiste una oferta de ganado vivo inferior a la “normal”, situación que creemos continuará en los meses venideros.
Entre el mes de julio y la primera mitad de agosto se concentran la gran mayoría de las vacaciones europeas; este año la demanda ha sido afectada de forma negativa, lo que ha dado una falsa apariencia de sobreoferta de carne.
Siempre es muy difícil el hacer previsiones; no obstante como el mercado empieza a mostrar algunas tendencias fundamentales nos arriesgamos.
Deberíamos constatar gradualmente en agosto un incremento de demanda, alcanzando el tope a inicios de septiembre, coincidiendo con la re-entrada después del fin de las vacaciones de verano. Será muy interesante observar la evolución de la oferta y la demanda de carne de cerdo durante este período que podría llegar a provocar un “rally” en los precios de algunas piezas concretas al desbordarse la demanda –por períodos muy concretos- en relación a la oferta.
Desde la segunda mitad de septiembre hasta mediados de octubre el mercado debe mostrarnos cuál será la nueva referencia, desligado ya de fenómenos coyunturales (canícula, rentrée...) que afecten su equilibrio. Más adelante tocará hablar del comercio con vistas a Navidad.
“Cuando llegue Septiembre” puede ser algo más que el título de una buena película.
Guillem Burset
Grup Unexporc
