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Cuando entran nuevas primerizas en la granja se ven expuestas a un conjunto de nuevos patógenos endémicos que infectan a los cerdos en todas partes, pero que no causan enfermedad en todas las situaciones. Puede haber nuevas cepas de App, Influenza o Streptococos, y nuestras herramientas de diagnóstico no nos permiten conocer el impacto potencial de la introducción de patógenos específicos en una población de cerdas en concreto.
El objetivo de la adaptación sanitaria es que las primerizas se expongan a estos patógenos a una edad lo suficientemente temprana como para asegurarse de que se hayan recuperado de la infección, que hayan dejado de excretar el patógeno y que sean inmunocompetentes al llegar al parto y puedan transferir protección a su camada a través del calostro.
Gestionando el riesgo de introducir primerizas
La entrada de primerizas todavía representa uno de los mayores riesgos de introducir un patógeno en nuestras granjas, pero en los últimos años se ha hecho un gran trabajo en:
- Mejorar el estado sanitario de las granjas de multiplicación.
- Mejorar las herramientas de diagnóstico para la monitorización del estado sanitario.
- Construir infraestructuras como cuarentenas para aislar y analizar a las primerizas antes de introducirlas en la granja principal.
Todas estas medidas nos permiten gestionar eficazmente el riesgo que supone la entrada de primerizas, pero si no se toman medidas, la entrada de primerizas sigue siendo el mayor riesgo de introducción de enfermedades.
La situación ideal sería entrar a las primerizas con unas tres semanas de edad en una cuarentena lejos de la granja principal. Iniciar la adaptación sanitaria con animales jóvenes permite más tiempo para que desarrollen su inmunidad. Los animales se quedan aislados por un mínimo de cuatro semanas, pero muchos productores trabajan con dos lotes de primerizas en la cuarenta, por lo que se alojan aquí unas ocho semanas. Después irán a una instalación de desarrollo de primerizas que, en muchas granjas, es solo una nave de cebo. Los animales se mueven a través de esta unidad a medida que entran primerizas más jóvenes. Las entradas de primerizas cada cuatro semanas son comunes, pero algunos productores prefieren entradas cada ocho semanas.
Monitorización sanitaria
1) En la granja de origen
Lo que esperamos de la granja que suministra el reemplazo es que tenga implementada una monitorización rutinaria que incluya el control de PRRS y Micoplasma, si el origen es negativo. La monitorización debe ser como mínimo mensual y los resultados deben recibirse dentro de los 7 días antes del envío.
2) En la cuarentena
El momento de la analítica inicial y los test a realizar en cuarentena dependen de:
- Si ha habido una infección durante el transporte, ¿Qué tan pronto se pueden detectar las diferentes enfermedades después de la llegada?
- Para qué patógenos se supone que las primerizas son negativas.
Cuanto antes se pueda detectar una enfermedad potencial en la cuarentena, antes se podrán eliminar esos animales, reduciendo el riesgo de infectar la granja. Por ejemplo:
- Las pruebas para coronavirus entérico (DEP, delta-coronavirus y GET) se realizan 1 semana después de la llegada mediante test de antígenos en fluidos orales.
- El test de PRRS se realiza tres semanas después de la llegada mediante PCR y anticuerpos en fluidos orales, y test de anticuerpos para micoplasma.
Observa siempre a los animales: ellos nunca mienten
Es esencial observar sus datos productivos, como la tasa de mortalidad o la ganancia media diaria, y los propios animales. Si tengo un resultado negativo en el test de DEP pero observamos casos muy graves de diarrea en las primerizas que han llegado, los animales me están diciendo que están enfermos y que representan un riesgo, por lo que no los entraré en la granja.
Consideraciones para implementar un programa de adaptación sanitaria
Hay algunos principios generales, como que los animales deben ser expuestos de forma temprana y tener tiempo para recuperarse, pero el programa de adaptación sanitario debe ser específico para cada patógeno. La aclimatación debe hacerse para los diferentes patógenos presentes en las diferentes granjas.
Observa tus animales. ¿Cuáles son los principales problemas que ves en los hijos de las primerizas?
Por ejemplo, si se ven problemas de Micoplasma en la población de cerdos de cebo, significa que el programa de aclimatación sanitaria no está funcionando. Cuanto más mayores sean las primerizas al llegar, más intencionales debemos ser para asegurar este contacto directo, ya que Micoplasma es un organismo de propagación muy lenta, lo que lo hace complicado. Si las primerizas llegan con más de 10 semanas de edad, la exposición forzada puede ser una opción de interés. Usamos la exposición forzada de Micoplasma utilizando un homogeneizado de pulmón esparcido a través de una máquina de nebulización para que los animales estén expuestos a la diseminación en aerosol de Micoplasma. Para el éxito de esta exposición intencionada, es esencial considerar la calidad de las muestras de los donantes y asegurarse de que otros patógenos que puedan estar en la población no estén presentes en la muestra utilizada para preparar el homogeneizado.
Algunos ganaderos trabajan con animales excretores con muy buenos resultados. Por lo general, son muy consistentes encontrando los animales correctos, habitualmente cerdas jóvenes, ya que las cerdas viejas no son una buena opción.
La vacunación también juega un papel. Dependiendo del patógeno, es posible que necesitemos utilizar varias estrategias. A veces, los patógenos son tan virulentos que no queremos una exposición natural con el patógeno real. PRRS podría ser un ejemplo, en el que usamos la vacunación y tratamos de evitar la inoculación de virus vivos o la exposición a virus vivos si es posible. Usamos la vacunación como pieza central del programa.
Cada situación es única. Si pensamos en las necesidades mínimas del programa de vacunación para una futura cerda reproductora:
- A las 3 semanas de edad (SDE): PCV y, si la granja de destino es micoplasma positiva, también una vacuna contra micoplasma. Esas son las mismas vacunas que aplicaríamos en los destetados con destino cebo.
- Entre las 6 y 8 SDE: Erysipelas + ileítis que puede ser fácilmente aplicada a través del agua de bebida.
- A las 21 SDE: las primerizas pasan por el proceso de selección. Los animales que no cumplen con los criterios se descartan y las primerizas seleccionadas pasan a la exposición al verraco. Las primerizas seleccionadas reciben las vacunas previas a la cubrición que incluyen Erysipelas + Leptospiras + Parvovirus. Generalmente se aplican dos dosis de vacuna muerta. También se revacunan de PCV y Micoplasma + una vacuna muerta contra la influenza.
La importancia del personal para el éxito del desarrollo de las primerizas
A menudo se plantea la cuestión de quién debe cuidar de las primerizas, especialmente mientras están en cuarentena. Es importante designar cuidadores específicos. En una granja de 5.000 cerdas, el trabajo que conlleva el desarrollo de las primerizas supone un trabajo a tiempo completo.
A diferencia de otras áreas por donde pasa mucho personal que podría detectar un problema, en la cuarentena, solo la persona encargada entra a la nave en el día a día. Esta persona será sus ojos y oídos, por lo que debe ser alguien con buenas dotes de observación para detectar cualquier problema potencial y alguien en quien se pueda confiar. Dar esta responsabilidad a nuevos empleados o personas sin experiencia suficiente para identificar problemas y abordarlos puede generar problemas importantes. El uso de cámaras en la cuarentena, para permitir la observación en tiempo real sin entrar a las instalaciones, puede ser muy útil. Podemos esperar que en un futuro próximo, las diferentes tecnologías de inteligencia artificial desempeñen también un papel importante.
