La situación del mercado español en el momento actual debe calificarse como de compromiso. En efecto, el impulso alcista de febrero se agotó inmediatamente tras llegar al primer puesto del podio europeo de los precios por estados.
Las últimas y sucesivas repeticiones certifican que la situación es de compromiso: el matadero no puede conceder ni un céntimo más por encontrarse en pérdidas (ligeras o moderadas en razón de su eficiencia) y el ganadero es bien consciente de ello. La prudencia aconseja moderación.
Subir ahora significa asumir el riesgo de una reducción de matanza y el consecuente rebote bajista; bajar ahora es inimaginable ya que la extraordinaria capacidad de sacrificio instalada en España absorbe con creces la oferta semanal (en algunos contados casos queda demanda inatendida) y el stock de ganado vivo se mantiene a raya con suma facilidad.
Los grandes operadores opinan (en una inusual muestra de consenso) que lo más probable es que encadenemos toda una serie de repeticiones consecutivas (incluyendo Semana Santa) hasta mediados de mayo; a partir de ahí la curva del precio debería evolucionar como todos los años hacia arriba hasta llegar a las postrimerías del verano. Creemos que el recorrido de subida se sitúa entre 10 y 18 céntimos / kg vivo
El precio actual, analizado en si mismo y abstrayéndonos de toda otra consideración es potente y debería ser bueno. No es así.
Las primeras materias son caras, la energía sube cada día y nuestro planeta anda más perturbado de lo normal en enclaves estratégicos (Libia, Japón,....): habrá repercusiones importantes (replanteamiento nuclear, flujos de petróleo, desierto radiactivo al norte del Japón....) que afectaran indiscriminadamente a todos los continentes. ¿En qué forma todo ello puede afectar al sector porcino español?: lamentablemente no disponemos de ninguna bola de cristal aunque no resulta aventurado afirmar que nuestra gran dependencia del exterior en energía y cereal nos hace muy sensibles, presagiando dificultades. Sólo nos queda pensar que nuestros vecinos en el ámbito de la UE compartirán tales inconvenientes y que decenas de millones de consumidores en Japón rehusaran comer la carne autóctona...
El pasado no es más que el prólogo del futuro (William Shakespeare).
Guillem Burset |