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3. Mortalidad neonatal (I)

Publicado un nuevo artículo sobre comportamiento, esta vez dedicado a la mortalidad neonatal. Recuerda participar en el consurso!
La tasa de mortalidad depende de factores ambientales (instalaciones), maternos y de los propios lechones.
Introducción

Se define la mortalidad neonatal como aquella que se produce durante los siete primeros días después del nacimiento. Este parámetro es uno de los de mayor peso en la rentabilidad total de la explotación, suponiendo entre un 10 y un 20% de los costes totales de la explotación.

Desde el punto de vista del bienestar animal, los aspectos relacionados con la mortalidad en general tienen un argumento claro y directo: las mejoras en el bienestar implican disminución en las tasas de mortalidad en cualquiera de las fases de producción. En Europa, nacen muertos o mueren antes del destete alrededor de 50 millones de lechones al año. Estas elevadas tasas de mortalidad registradas han generado una especial sensibilidad de la opinión pública sobre este tema. Dividiremos este capítulo en dos apartados, describiendo inicialmente los factores implicados en la mortalidad de los lechones para posteriormente aportar algunas ideas de cómo se podría disminuir la mortalidad en las explotaciones.

Antes de empezar, sin embargo, es importante hacer hincapié en un concepto: la mortalidad neonatal en porcino es alta, sí, y la especie de la que tratamos, por su anatomía y fisiología, hace difícil el conseguir mejoras. Pero este argumento no debe servir como excusa para no plantearnos dichas mejoras que, además, tendrán repercusiones económicas importantes.

El punto clave tras el nacimiento es la llegada a las ubres, de las que los lechones obtendrán alimento y defensas.
Factores implicados en la mortalidad de lechones

De forma rutinaria en las explotaciones porcinas se encuentran lechones que nacen muertos, otros que parecen haber muerto por aplastamiento, por supuesta malnutrición o por frío (hipotermia). Sin embargo, algunos estudios indican que es probable que la mayoría de las muertes tengan un factor común subyacente. Es lo que se conoce como vitalidad del lechón.

En el momento de la separación física de madre y lechón (rotura de cordón umbilical) el animal dispone de un periodo de tiempo para 'activarse', dirigirse a las ubres de su madre y 'luchar' por conseguir aporte de calostro. Éste le permitirá obtener la energía y las defensas necesarias para seguir viviendo. Por otro lado, el animal nace envuelto de los líquidos de la gestación, lo que provoca una mayor pérdida de calor y, por lo tanto, mayores necesidades de energía. Es interesante resaltar que la madre apenas dedica atención a las crías, como ocurre en especies como la ovina o la bovina.

En resumen, el tiempo entre la salida del útero (nacimiento) y la llegada a la ubre es crucial para la supervivencia del lechón. Si éste se alarga, la cría empezará a perder vitalidad paulatinamente, perdiendo la capacidad de desplazarse hasta el alimento. Además, buscará calor, lo que hará que se mantenga cerca de la madre. En esta situación se incrementa enormemente el riesgo a ser aplastado por ésta.

Características del ambiente
Las jaulas de maternidad se diseñaron con el objetivo de evitar la mortalidad de los lechones, principalmente por aplastamiento.

En los años 70 los cambios de las instalaciones impusieron el actual sistema de parideras en explotaciones intensivas. Este sistema permitió reducir la mortalidad ya que dificultaba los movimientos de la madre (reduciendo la mortalidad por aplastamiento) y permitía instalar sistemas de calefacción (reduciendo las muertes por hipotermia).

Además, facilitaba el manejo y cuidado de los lechones por parte de los cuidadores. Sin embargo, las tasas actuales de mortalidad del 10-15% (y peores en algunos casos) nos indican que las mejoras no fueron suficientes y/o adecuadas. De hecho, los sistemas extensivos en los que no se utilizan este tipo de instalaciones registran mortalidades similares o poco superiores.



Características del lechón


Los estudios referentes a este tema parecen indicar que cualquier factor que retrase la llegada del lechón al calostro reducirá sus probabilidades de supervivencia. La principal característica del lechón que determina su supervivencia es su vitalidad. Como ya hemos comentado, ésta integra todos los aspectos que hacen que el animal 'reaccione' al nacimiento (proceso muy estresante, sobre todo desde un punto de vista fisiológico) y llegue a las ubres para ingerir calostro lo antes posible.

Existen datos científicos que indican que la vitalidad de los lechones depende en gran medida de los aspectos fisiológicos maternos, que son los que veremos en el apartado siguiente. De una forma más intuitiva, es fácil de entender que las características de un animal que acaba de nacer dependan en gran medida de su madre, incluso poco después del nacimiento. Por supuesto, es importante tener en cuenta que uno de los principales aspectos del lechón que influyen sobre su viabilidad es su peso al nacimiento. Otros parámetros interesantes son el peso total de la camada y especialmente, la diferencia entre el peso del lechón y la media de los lechones de su camada.

La vitalidad de los lechones es uno de los aspectos más importantes para su supervivencia .

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