¿Sabemos producir en verano?

Probablemente la sección más vista y seguida de 3tres3 es el comentario acerca de la situación del mercado que hace Guillem Burset. No cabe duda ninguna que a todas las piezas que formamos el entramado productivo nos interesa mucho cual es la realidad y la perspectiva del mercado.

Normalmente con la llegada del verano disfrutamos el doble con los comentarios que escribe Burset. Es en verano cuando nos suele contar todo aquello que queremos oír.

La crónica de Guillem siempre es interesante por lo que cuenta, aunque muchas veces nuestra prisa por consultarla es más grande por lo que nos gustaría que nos contara que por la cruda realidad que no puede eludir contar.

Una de las cosas que esperamos todos los que nos dedicamos a esto de los cerdos en España es la llegada del verano. Este año el deseo de la llegada era tres veces superior de lo habitual. Tres veces por tres razones.

¿Por qué?

1 Porque cuando llega el verano el precio del cerdo sube.

El precio sube como consecuencia de:

• Un aumento en el consumo. Con la llegada del buen tiempo uno de los factores más determinantes en el momento de fijar el precio al alza es que durante el fin de semana la lluvia no fastidie un montón de barbacoas en Alemania.
• Coincidiendo con este aumento de consumo hay una bajada de oferta, debido a que con el calor cuesta más conseguir hacer parir a las cerdas y los cerdos en fase de crecimiento dejan de crecer al bajar el consumo.

Curiosamente somos más felices en el momento en que menos cerdos tenemos para vender.

2 Porque empieza la cosecha en el hemisferio norte. Ver a las cosechadoras corriendo por el campo recogiendo cereal nos llena de gozo, parece que este año se espera una buena cosecha y detrás de ver las máquinas trabajando está el sueño de que baje el precio del pienso.

3 Porque este año el precio en primavera era realmente bueno. Esperando la subida del verano empezaron a cruzarse apuestas acerca del posible precio máximo para este año, los más optimistas apostaban por llegar a los 2,00 €.

Desde principio de año el precio aumentó de una manera bárbara debido al asunto de las “dioxinas alemas”. Es precisamente por esto que he querido utilizar el término bárbaro. Por la barbaridad que supuso y por el origen de los que lo hicieron posible.

Pero la realidad es que este año tampoco va ser un año de alegría. Podría haberlo sido a no ser por los graves problemas que supone la especulación con las materias primas.

Por lo que respecta al precio, este año ha sido completamente atípico.

Parece que una de las razones de que no se haya producido el esperado aumento ha sido la salida al mercado de toda la carne congelada en Alemania a raíz del ya comentado asunto de las dioxinas.

En los artículos de Guillem Burset tenemos un montón de respuestas más que explican la situación del mercado.

Pero a mí personalmente me gustaría añadir otra, me gustaría pensar que la curva ha cambiado porque todos somos más profesionales, porque en este país hemos aprendido a trabajar en condiciones de calor. Somos capaces de mantener la oferta. Todos nos hemos preocupado por tener cerdos para vender en el momento en que más dinero valen.

Hemos mejorado nuestros resultados productivos de forma generalizada, y para conseguirlo teníamos que ser capaces de preñar cerdas, destetar lechones y hacer que estos crecieran incluso en épocas de calor.

Mantenemos el objetivo de partos durante todo el año, hemos mejorado la introducción de primerizas en la rueda productiva para conseguirlo, manejamos mucho mejor nuestras parideras incluso en verano, ofrecemos agua suficiente, hemos mejorado las condiciones ambientales de los cebos…

Con un poco de ingenio somos capaces de suplementar agua incluso en comederos de difícil acceso.

Si el cambio en la curva de precios es debido a las particulares condiciones del mercado de este año o a que somos más profesionales es una cosa que probablemente no sabremos hasta el próximo año.

De todas formas si se mantiene la clásica curva de precios asociada a la estacionalidad habrá que esperar menos de lo previsto, este año ha sido atípico en todos los sentidos y el calor se ha adelantado al final de primavera, mientras que julio no ha sido el mes más caliente del año. La fruta viene adelantada unos 15 días de promedio y este es un buen indicador de cuando empieza el buen tiempo.

Para los más optimistas, aquellos que aún mantengan fe en todas las cosas buenas que nos trae el verano, decirles que es de esperar que el próximo año lleguen un poco antes.

Para los demás decirles que tenemos que continuar trabajando lo mejor que sepamos durante todo el año.

De momento pienso que sólo me queda recordarles a todos que en septiembre se celebra la semana del porcino en Lorca.

Feliz verano a todos.