En el primero, 96 cerdos castrados (10,2kg PV) recibieron 4 dietas con distintos niveles de PB (25,5; 23,6; 21,8 y 20,1%). Después de la primera semana, los animales fueron infectados por vía oral con E.coli K88. Se recogieron muestras de heces para analizar el porcentaje de humedad y además se valoró la consistencia fecal a diario (0 = normal, 1 = leve, 2 = moderada o 3 = diarrea severa).
Entre el día 2 y 8 la puntuación de consistencia fecal y el porcentaje de humedad descendieron (p<0,003) linealmente con la reducción del porcentaje de proteína. 14 días después de la infección no se apreciaron diferencias de crecimiento entre tratamientos.
En el segundo experimento, 188 animales de 9 kg recibieron los mismos tratamientos que en el primero. Durante los 7 días post-exposición, la puntuación de consistencia fecal (p<0,001) y el contenido en humedad de las heces también se redujo de forma lineal con la reducción del contenido en PB. Al igual que en la primera prueba, no se apreciaron diferencias de crecimiento entre las dietas después de la infección por E.coli.
Estos experimentos demuestran que durante un proceso entérico la inclusión de proteína en la dieta influencia negativamente la consistencia fecal pero no el crecimiento.
D. C. Kendall, R. W. Fent, S. X. Fu, J. L. Usry, J. A. Carroll y G. L. Allee. 2004. J Anim. Sci. Vol. 82, Suppl. 1. ref 248