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Un total de 61 y 87 hembras fueron utilizadas en dos experimentos consecutivos (Exp 1 y Exp 2). Ambos experimentos empezaron al mismo tiempo y las cerdas fueron alojadas en parideras y alimentadas con uno de los tratamientos experimentales: maíz-soja+15% pulpa de remolacha (PR) o maíz-soja+15% subproductos de destilería (DDGS) en el Exp 1 o maíz-soja (CON), CON + 500 unidades de fitasa/kg de pienso (CON+PHY), CON+15% subproductos de destilería (DDGS) o DDGS +500 unidades de fitasa/kg de pienso (DDGS+PHY) en el Exp 2. El segundo día de lactación las camadas fueron homogenizadas a 11 lechones mediante adopciones cruzadas. Se pesaron las madres los días 2 y 18 (último día de lactación). Se recogieron muestras de heces de 12 animales por tratamiento los días 7, 14 y 18 de lactación.
En el Exp 1, los animales alimentados con ambos tratamientos presentaron similar peso vivo a día 2 y día 18. Las hembras multíparas perdieron menos peso que las primíparas. Las concentraciones fecales de calcio y fósforo no fueron diferentes entre tratamientos. En el Exp 2 tampoco se observó ningún efecto de los tratamientos experimentales sobre el peso vivo, siendo las hembras primíparas las que perdieron mayor peso. No se observaron diferencias en cuanto al peso vivo de las camadas debidas a los tratamientos experimentales así como tampoco en cuanto al número de lechones destetados. La excreción de fósforo fítico a nivel fecal fue menor en los animales alimentados con DDGS+PHY que en los alimentados con el resto de tratamientos.
Se puede concluir que la inclusión de un 15% de DDGS en las dietas de lactación no compromete la productividad de la cerda y además aporta proteína, energía y fósforo. La adición de fitasa a las dietas que contienen DDGS permite reducir la cantidad de P excretado en heces.
GM Hill, JE Link, MJ Rincker, DL Kirkpatrick, ML Gibson and K Karges.2008.Journal of Animal Science, 86:112-118.
